¿Esperaba alguien algo distinto?
Creo que a nadie le habrá extrañado la actitud y la línea de gobierno que está adoptando el Partido Popular en la Comunidad de Castilla-La Mancha. Lo que está haciendo el PP es normal, están aplicando su programa, el que dicen que tenían para gobernar, o sea, ninguno. El que esperaba algo distinto se equivocaba de medio a medio. Creo que la mayoría sabíamos que cuando la derecha accediera al poder en ayuntamientos y comunidades autónomas basaría su gestión en criticar a los salientes, a los socialistas, y pregonando a los cuatro vientos que estos han dejado muy mal, peor de lo que ellos esperaban, las arcas públicas y que el endeudamiento es brutal. Esto es una forma de intentar ocultar su incapacidad y su incompetencia para gobernar un ayuntamiento o un ente autonómico. En el caso de María Dolores de Cospedal, los que hemos seguido su trayectoria política teníamos muy claro que esta señora no está capacitada ni para ser presidenta de una comunidad de vecinos y a las pruebas me remito. Hablan de auditorías, de sacar papeles y quemarlos, hablan de todo cuando lo que hay que hacer es arremangarse las mangas y ponerse a trabajar para sacarlo todo adelante, pero claro, para eso primero hace falta tener un programa, que en el PP no tienen, y capacidad para desarrollarlo.
Las cosas no están para emprender una caza de brujas, máxime cuando tales brujas no existen. Sabido es que todos los ayuntamientos, todos, y todas las comunidades autónomas, todas, están endeudadas hasta las cejas, ¿o es que en el PP ignoran como están las comunidades donde ellos gobiernan y pongo como ejemplo a Valencia, Murcia y Madrid? Y de sus ayuntamientos no digamos, Valencia capital y Madrid capital son los paradigmas de lo que es un endeudamiento de “categoría”, término este último que solemos emplear mucho los valencianos para resaltar aquello que se desea destacar o calificar en sentido positivo, pero en este caso es evidente que no se trata de magnificar en el buen sentido sino en el muy peyorativo. Por ahí, por esas comunidades y ayuntamientos debe comenzar Rajoy, lupa en mano, a investigar si de verdad quiere esa transparencia que tanto predica pero que no se la aplica a los suyos.
Menos milongas y más ponerse a trabajar, lo demás son todo excusas de mal pagador.
Las cosas no están para emprender una caza de brujas, máxime cuando tales brujas no existen. Sabido es que todos los ayuntamientos, todos, y todas las comunidades autónomas, todas, están endeudadas hasta las cejas, ¿o es que en el PP ignoran como están las comunidades donde ellos gobiernan y pongo como ejemplo a Valencia, Murcia y Madrid? Y de sus ayuntamientos no digamos, Valencia capital y Madrid capital son los paradigmas de lo que es un endeudamiento de “categoría”, término este último que solemos emplear mucho los valencianos para resaltar aquello que se desea destacar o calificar en sentido positivo, pero en este caso es evidente que no se trata de magnificar en el buen sentido sino en el muy peyorativo. Por ahí, por esas comunidades y ayuntamientos debe comenzar Rajoy, lupa en mano, a investigar si de verdad quiere esa transparencia que tanto predica pero que no se la aplica a los suyos.
Menos milongas y más ponerse a trabajar, lo demás son todo excusas de mal pagador.
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