Los chivos expiatorios
Sorprendentes los alegatos del presidente de Unió Democrática de Cataluña (UDC), Josep Antoni Durán i Lleida, para evadirse de las palabras que pronunció en el sentido de que el dimitiría si se probaba que su partido había hecho uso de dinero de la Unión Europea destinado a la formación de parados, 388.000 euros que fueron utilizados para pagar mobiliario para sus sedes y sueldos para los empleados de las mismas. Como es sabido la Justicia ha probado y sentenciado que este hecho se produjo, pero el señor Durán i Lleida no ha dimitido y además ha dicho que los culpables han sido ya expulsados porque no hicieron “una buena práctica, sino todo lo contrario”, añadiendo que se hubiera producido una financiación irregular de su partido “si se hubiera ingresado (el dinero) en las arcas del partido, no a sedes o subsedes, sin conocimiento de la dirección”. O sea que para que exista una aplicación ilegal de los dineros públicos se tiene que perpetrar el hecho en la sede central de un partido político, lo que se haga en sus “sucursales” no es responsabilidad de sus principales dirigentes. Pero es que además el señor Durán i Lleida, ha alegado en su descargo que “habría una financiación que penalmente tampoco sería irregular porque en aquel momento era perfectamente lícito”. Es decir, por las palabras del presidente de UDC podemos deducir que la ley permitía que el dinero público fuese otorgado a una empresa “puente” para que esta a su vez lo pusiera a disposición de un partido político. Esto, según el señor Durán i Lleida es “perfectamente lícito”. Estas cosas pasan y estas “justificaciones” a todas luces injustificables, tienen lugar porque los tribunales de justicia lo permiten ya que la sentencia es de las de “chichinabo”. Los delincuentes han devuelto el dinero a cambio de no tener que ingresar en prisión. Algo que nadie ha entendido. Debieron devolver el dinero e ir a parar a la cárcel por robar el dinero de los contribuyentes. La verdad es que en mi opinión las palabras del señor Durán i Lleida me parecen inaceptables y demuestran una falta de respeto a la inteligencia de las personas. Menos mal que los “culpables” han sido ya expulsados de UDC. No se pero a mí me da la sensación de que, una vez más, los chivos expiatorios, los culpables, de que la película sea mala, la tienen los actores de reparto nunca los primeros actores.
Visto como va la de Luís Bárcenas, creo que la cosa discurre por el mismo camino. Después de llevar este casi treinta años ocupando un despacho en la sede central del Partido Popular en la calle Génova, desarrollando las funciones de tesorero y de gerente, ahora resulta que casi nadie lo conoce y el que dice conocerle es de haberle visto “alguna” vez por la sede popular. El mismo Mariano Rajoy ha dicho que no se acuerda de la “última vez que le vio”, cuando ha estado hasta hace poco más de una semana ocupando ese despacho a pesar de que ya no pertenece al Partido Popular desde hace casi dos años y aún a pesar de ello le ha estado pagando un abogado para que le defienda en su presunta implicación en el caso Gürtel. Esto me lleva a recordar que a dos de los principales implicados en dicho caso, Correa y “El bigotes”, nadie del PP les conocía al estallar este escándalo, cuando ambos asistieron a la boda de la hija de Aznar y Correa, según se ha dicho y si mal no recuerdo, firmó como testigo del novio, a más de que han circulado muchas fotos en las que se les ve, sobre todo a “El Bigotes”, fotografiados con destacados dirigentes del PP. A “El bigotes” con el mismo Rajoy. ¿Será Bárcenas el chivo expiatorio en esta nueva película?
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