Desmemoriados sin responsabilidades

El paso de Francisco Álvarez Cascos, de Javier Arenas y de María Dolores de Cospedal por la Audiencia Nacional para ser interrogados como testigos por el juez Pablo Ruz, puede dar la sensación de que no ha servido para nada si no nos paramos a reflexionar cual ha sido la actitud de estos tres altos cargos del PP, en el caso de Cascos exaltocargo. Hemos podido comprobar cómo se han dedicado a echar balones fuera utilizando el socorrido “de eso no me acuerdo” o “yo no tenía nada que ver con la cosa del dinero”. Es curioso que se acuerden de hechos similares que hace ya muchos años se perpetraron en el PSOE y que no se acuerden de lo contemporáneo máxime cuando ellos han sido actores principales de esos hechos por los cuales hoy el Partido Popular y sus dirigentes están en el punto de mira de todos los ciudadanos. Especial atención merece su respuesta a que ellos, Cascos primero, Arenas después y ahora Cospedal fueron secretarios generales de su partido, la última lo sigue siendo, no tenían dentro de sus competencias el controlar el dinero que entraba y salía de la caja del PP, esto es algo que no se lo traga nadie. Por lo visto en el Partido Popular la cosa de la tesorería no merecía la atención del segundo de a bordo, del secretario general, ni por lo visto, de nadie, da la impresión de que era un departamento autónomo en el que el tesorero no daba cuentas de los movimientos de dinero que por lo que estamos viendo eran muy importantes por su cuantía. En un partido político el secretario general es “el ojo que todo lo ve”, por mucho que los tres quieran hacer ver que no es así. De todo esto yo me quedo con la declaración de María Dolores de Cospedal, una persona de las que en política se suele calificar como “muy maniobrera”. La secretaria general de los populares ha querido demostrar en su declaración ante el juez que no ella no tiene nada que ver en esta película, que fueron Rajoy y Arenas los que hablaron con Bárcenas de su despido y finiquito y los que siguieron, a pesar de ello, manteniéndole en su despacho con secretaria, coche y chófer pagados por el partido a pesar de haber declarado que había sido despedido con anterioridad lo cual se ha demostrado con documentos que no era cierto. Bárcenas seguía cobrando un sustancioso salario y el partido les pagaba a los abogados encargados de su defensa. El caso es que Rajoy quería pasar de puntillas por encima de todo esto. El “no me consta” que equivale al “yo no sé nada” se le ha venido abajo a Rajoy con las declaraciones de Cospedal. Rajoy lo sabe todo y ha intervenido en todo. Esto lo ha dejado muy claro la secretaria general del PP. Hay quien piensa que tanto Arenas como Cospedal van a pagar muy caro el haber dejado a Rajoy con el trasero al aire. Solo ante el peligro. Que puede que ambos pierdan sus cargos y su influencia en el PP, los que dicen esto, y dicho sea con todos mis respetos, no tienen ni idea de cómo están las cosas en el Partido Popular. El que “cada palo que aguante su vela” como dijo Cospedal va a seguir así, en el Partido Popular todos saben tanto de todos que entre ellos no tienen más remedio que estar callados. Si dejan sin amparo a alguno de sus actuales dirigentes está claro que los restantes van a ser arrastrados tras él. Por eso precisamente han decidido pasar por unos desmemoriados sin responsabilidades, pensando en que ya escampará, es la única salida que les queda.