Hacia una España Mejor

miércoles, junio 17, 2009

La deflación


Desde la osadía, fruto de la ignorancia, que puede hacer mella en un ciudadano de a pie como es mi caso, y ante la bajada de los precios unido a los alarmantes vaticinios de los “expertos” en economía –lo de expertos lo he entrecomillado porque tengo mis dudas sobre la capacidad de estos para vaticinar nada y menos para aportar soluciones, en esto de la crisis muchos son los expertos que a priori se han equivocado y nos han equivocado- de que la deflación puede acarrearnos más “trastornos” económicos y sociales, me he atrevido a hacer pública mi reflexión sobre las consecuencias de la deflación.
Alguien dijo, o ha dicho, que “los efectos de la deflación sobre la actividad económica son muy negativos y difíciles de corregir. Un descenso de los precios deteriora los resultados empresariales, lo que implica recortes de plantilla y de inversión en bienes de equipo, lo que a su vez lleva a una disminución de la demanda que de nuevo recorta el excedente empresarial. En ausencia de políticas correctoras, la salida de este círculo vicioso sólo se produce cuando los precios han disminuido lo suficiente para que los consumidores y empresas puedan restablecer progresivamente su nivel de demanda”
Según lo veo yo desde mi ignorante perspectiva, si los precios bajan las empresas ganan menos dinero y están expuestas a cerrar. Esto es así. Pero hay una cuestión que todos la conocemos. Esta cuestión no es otra que a mí siempre me ha dado la sensación, creo que a otros muchos también, de que los precios no marcaban la realidad del costo de la elaboración, comercialización, distribución y venta al público de la mayoría de los bienes de consumo. En otras palabras: Que los precios estaban inflados. También lo puedo decir de otro modo: Que alguien, muchos, se aprovecharon, codiciosamente, de los buenos tiempos para matar a la gallina de los huevos de oro y ahora ponen el grito en el cielo. Los consumidores también, con nuestra sumisa actitud ante precios abusivos, hemos contribuido a ello. De una cosa si estoy seguro: De que las empresas no cerrarán por bajar los precios. Las empresas cerrarán por falta de financiación externa. Creo que los precios, en mi opinión sobrestimados, de mercado anteriores a la crisis, le han supuesto a las empresas un buen colchón para amortiguar la caída del precio de todo lo que se consume. El “inocente” redondeo del euro es el que sin duda alguna contribuyó y sigue contribuyendo, a engrosar ese colchón. Insisto en que el problema no es ese, el problema es la financiación. Ejemplo: A pesar de la crisis, si hay financiación sin duda alguna se venderán más coches y más viviendas. No tantos como antes de la crisis, pero sí se notaría una mejoría importante en estos sectores. Aunque, hay que reconocerlo, la crisis nos ha enseñado que hay que apurar más el coche y ser más austeros a la hora de gastar.
¿Alguien puede explicar la subida tan bestial que sufrió el precio del barril de petróleo y asegurar que con la enorme bajada de las mismos los productores de petróleo están perdiendo dinero? No, creo que nadie lo pueda explicar. El precio de los combustibles es algo que tuvo mucho que ver en la inflación y en acelerar la crisis y esos precios, sin duda alguna, estaban más que sobreestimados.
La deflación puede ser dura y letal, pero en mi opinión no es tan alarmante como se dice. Perdón por mi atrevimiento, pero los de “infantería” también tenemos derecho a opinar públicamente. Las opiniones de lo que son de “aviación”, los que van por las alturas, ya vemos donde nos han llevado.