Sorry, señor conseller
Señor conseller de Sanitat de la Generalitat Valenciana: Perdone que me dirija a usted con un cierto retraso para darle cuenta de que en la madrugada del 9 de mayo pasado, fui ingresado de urgencia en el Hospital General Universitario de Alicante siendo operado a las pocas horas de mi ingreso al haber sufrido un infarto agudo de miocardio. Los médicos del equipo que me operó le comunicaron a mi familia que la intervención quirúrgica era a vida o muerte En dicha operación me hicieron tres bypass y me colocaron un stent. La cosa, señor conseller, fue muy seria, pero gracias al equipo de profesionales que me atendió y a eso que dicen que bicho malo nunca muere, pude salir adelante y estar hoy escribiéndole esta carta abierta.
Pero el motivo principal de este escrito no es el de hacerle partícipe de lo malito que estuve, me pasé nueve días en la UCI y ocho en planta hasta que el 26 del citado mes de mayo recibí el alta hospitalaria, pero a lo que iba: El mismo día del alta me dieron un papel, una nota informativa, en la que se plasmaba que el costo de mi hospitalización se elevaba a la cantidad de 13.910,93 euros. La nota me la dieron sin ningún tipo de advertencia y a punto estuve de que me diera otro “jamacuco” más fuerte que el anterior. Resistí la primera impresión y seguí leyendo la nota hasta que leí que “Esta nota se emite exclusivamente con carácter informativo, y por ello no hay que realizar ningún pago”, lo cual me tranquilizó. Al margen de si hay que preparar al paciente antes de darle la nota debo decirle señor conseller que sería conveniente que junto con dicha nota se diese otra, informativa también, dándole cuenta al enfermo de lo que ha cotizado a lo largo de su vida laboral, antes y después de los Pactos de Toledo, primero cotizando a la Seguridad Social y después vía impuestos ya que la primera mantenía económicamente al Instituto de la Salud que gestionaba al sistema sanitario, y no solamente pasarle una nota de gastos como refregándole por los “morros” perdone usted lo coloquial y vulgar del término, lo que le ha costado a la sanidad pública. Le ha costado lo que antes ha pagado.
En la nota informativa hay un apartado en el cual se hace la observación siguiente: “Es voluntad del sistema sanitario público valenciano el difundir entre sus beneficiarios el coste de la asistencia prestada como una medida de racionalización de los recursos sanitarios”. Esta observación me da la sensación de que es una regañina que nos echan a los que, como en mi caso, usamos la sanidad pública por capricho o por ser hipocondríacos. Aunque la verdad sea dicha y poniéndome serio, muy serio, debo decirle señor conseller que en casos como el mío y en otros muchos de extrema gravedad, huelga la entrega de dicha nota informativa ya que la misma resulta innecesaria y además improcedente ya que en estos casos “sí se usan racionalmente los recursos sanitarios públicos”.
De todos modos, señor conseller, si mi asistencia a dicho centro hospitalario no tenía la suficiente justificación, sorry, lo siento, me arrepiento de haberlo hecho, prometo no volver a hacerlo más. ¡Ah! se me olvidaba preguntarle una cosa: ¿No se nos estará “preparando” a los usuarios de la Sanidad Pública para el copago de los gastos hospitalarios? Señor conseller, dígame que no. Reciba un respetuoso saludo.
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