¿Es una "historia" la historia?
¿Los Reyes Católicos se llamaban realmente Isabel y Fernando? ¿Fueron los Reyes Católicos los que conquistaron Granada acabando con la dominación árabe en España? ¿Fue Cristóbal Colón quien descubrió América? ¿Es cierto que el hombre ha puesto sus pies en la luna? Creo que después de lo sucedido con el “Diccionario Biográfico Español” es normal que uno se plantee estas preguntas, podrían ser otras muchas, sobre cosas que hemos aprendido en los libros de historia al igual que debemos plantearnos si la asignatura de historia se debe seguir impartiendo en los distintos ciclos educativos y formativos o los jóvenes deben basar sus conocimiento históricos en aquello que les cuenten sus abuelos.
Como dijo Campoamor, y dijo muy bien, “en este mundo traidor nada es verdad ni es mentira, todo es según el color del cristal con que se mira”. ¡Qué verdad! ¡qué concepto de la realidad tan acertado tenía este poeta! “…Todo es según el color del cristal con que se mira”. ¡Cuánta verdad!
A la vista de algunas biografías que aparecen en ese Diccionario Biográfico” y teniendo en cuenta lo que algunos biógrafos han escrito sobre determinados personajes, uno también se pregunta si es una “historia” la historia. En ese Diccionario que ha confeccionado la Real Academia de la Historia, en este caso tengo mis dudas sobre si lo de “real” se refiere a la realidad de las cosas, de los hechos y personajes, o a la realeza. Porque vamos, encargarle, según he leído, la biografía de Franco a instituciones muy afines al dictador y que su ejecutor haya dicho “yo siento un profundo desprecio hacia la democracia” (El Plural 6-6-2011) a nadie puede extrañar que en esa semblanza de Franco se diga que su régimen no fue una dictadura ni un régimen totalitario sino autoritario. Cuando aún quedan, quedamos, unos cuantos millones de españoles que hemos vivido y padecido la “obra y milagros” del dictador y que somos testimonio vivo de ello, que alguien tenga el atrevimiento de intentar, no lo va a conseguir, “suavizar” los desmanes, abusos y atropellos a la libertad de la personas de un personaje que escribió la página más negra de la historia, de la verdadera, de España, me parece una osadía. La “obra” está avalada por la derecha, por el PP, desde donde se ha dicho que es “una obra fabulosa de la que todos tenemos que estar muy orgullosos”. Menudo aval. Hay, según los medios de comunicación, biografías de personajes más contemporáneos, Como Rita Barberá, la alcaldesa de Valenciana, cuya semblanza ha escrito una de sus asesoras que entre otras cosas dice que Rita Barberá es “un emblema de la ciudad y una de las regidoras más populares de España”. O sobre Camps, refiriéndose al cual, su biógrafa da por archivado el “caso Gürtel” en la parte que toca al presidente del Consell valenciano, cuando todos sabemos que no es así y que la justicia sigue investigando sobre la presunta participación que Camps haya podido tener o tenga en este caso. Por lo que se ve y sin dar un repaso más exhaustivo, vuelvo a repetir lo antes dicho, si vale la pena que los estudiantes sigan con los temas históricos, o que se lo cuenten sus abuelos y no quiero acabar sin recomendar que no se olvide el poema, antes citado, de don Ramón de Campoamor.
Como dijo Campoamor, y dijo muy bien, “en este mundo traidor nada es verdad ni es mentira, todo es según el color del cristal con que se mira”. ¡Qué verdad! ¡qué concepto de la realidad tan acertado tenía este poeta! “…Todo es según el color del cristal con que se mira”. ¡Cuánta verdad!
A la vista de algunas biografías que aparecen en ese Diccionario Biográfico” y teniendo en cuenta lo que algunos biógrafos han escrito sobre determinados personajes, uno también se pregunta si es una “historia” la historia. En ese Diccionario que ha confeccionado la Real Academia de la Historia, en este caso tengo mis dudas sobre si lo de “real” se refiere a la realidad de las cosas, de los hechos y personajes, o a la realeza. Porque vamos, encargarle, según he leído, la biografía de Franco a instituciones muy afines al dictador y que su ejecutor haya dicho “yo siento un profundo desprecio hacia la democracia” (El Plural 6-6-2011) a nadie puede extrañar que en esa semblanza de Franco se diga que su régimen no fue una dictadura ni un régimen totalitario sino autoritario. Cuando aún quedan, quedamos, unos cuantos millones de españoles que hemos vivido y padecido la “obra y milagros” del dictador y que somos testimonio vivo de ello, que alguien tenga el atrevimiento de intentar, no lo va a conseguir, “suavizar” los desmanes, abusos y atropellos a la libertad de la personas de un personaje que escribió la página más negra de la historia, de la verdadera, de España, me parece una osadía. La “obra” está avalada por la derecha, por el PP, desde donde se ha dicho que es “una obra fabulosa de la que todos tenemos que estar muy orgullosos”. Menudo aval. Hay, según los medios de comunicación, biografías de personajes más contemporáneos, Como Rita Barberá, la alcaldesa de Valenciana, cuya semblanza ha escrito una de sus asesoras que entre otras cosas dice que Rita Barberá es “un emblema de la ciudad y una de las regidoras más populares de España”. O sobre Camps, refiriéndose al cual, su biógrafa da por archivado el “caso Gürtel” en la parte que toca al presidente del Consell valenciano, cuando todos sabemos que no es así y que la justicia sigue investigando sobre la presunta participación que Camps haya podido tener o tenga en este caso. Por lo que se ve y sin dar un repaso más exhaustivo, vuelvo a repetir lo antes dicho, si vale la pena que los estudiantes sigan con los temas históricos, o que se lo cuenten sus abuelos y no quiero acabar sin recomendar que no se olvide el poema, antes citado, de don Ramón de Campoamor.
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