Los estados de ánimo de Rajoy
Es normal el periodo de depresión por el que está pasando Mariano Rajoy, todos podemos observar en él las típicas reacciones de una persona que está sufriendo un episodio depresivo y en las circunstancias actuales es normal que a un gobernante y más en el caso de Rajoy, cuya incompetencia e incapacidad es más que notoria, pase del pesimismo al optimismo y viceversa de un día para otro.
Durante el pasado mes de mayo, veíamos a un Rajoy, junto con sus ministros, bastante alicaído con declaraciones en las que daba la impresión de que estaba a punto de arrojar la toalla. Pero mira por donde las cifras del paro experimentaron en dicho mes un descenso un tanto notable pero no tanto como para echar las campanas al vuelo, pues todos sabemos que ello era debido a una situación estacional, en mayo el paro suele descender. Es ya una constante tradicional. Pero mira por donde esto ha servido para que Rajoy se venga arriba y comience a pronunciar frases tales como que “el pesimismo está en retirada en nuestro país” y que “este año será mejor que el pasado pero peor que el que viene”. Habla de recuperación, pero no a largo plazo como venía haciendo últimamente, sino de que ya se percibe que la economía está mejorando en España, lo ha dicho en su reunión con los empresarios, y lo dice de tal modo y con tal convencimiento que hace que nos llevemos las manos a los bolsillos esperando sacarlas llenas de dinero pero lo máximo que extraemos es el pañuelo que solemos utilizar, al margen de para limpiarnos la nariz, para secarnos las lágrimas. En su última visita a España los inspectores del FMI han declarado que el alto desempleo que hay en España es inaceptable, pero que para el segundo semestre de este año podrá haber un ligero crecimiento pero que será totalmente insuficiente para crear empleo. Claro que hacer caso del FMI supone el llevar a cabo un ejercicio de credulidad total y absolutamente equivocado, no hay que olvidar que no hace mucho el jefe de economía del FMI reconocía que se habían cometido un error recomendando recortes y austeridad y que había que atemperar estas medidas porque su resultado había sido totalmente negativo. La verdad es que los que dirigen este loco mundo no están muy cuerdos que digamos. Así nos va a todos.
Pero en las personas que son presa fácil para la depresión su estado de ánimo es muy variable un día se vienen arriba y al siguiente se hunden. Por mucho que Rajoy se esfuerce en decir que “lo peor de la crisis ya ha pasado”, si no recuerdo mal esto ya lo dijo hace meses uno de sus ministros cuando desde Bruselas se decía que lo peor de la crisis estaba por llegar y hoy estamos como estamos, mal tirando a peor, por mucho que quiera infundir ánimo y confianza lo tiene bastante complicado, en primer lugar porque a estas alturas ya nadie cree en lo que dice el presidente del Gobierno que se ha ganado a pulso su fama de mentiroso y en segundo lugar porque esos 6.200.000 parados, esas 1.900.000 familias con todos sus miembros en el paro y sin tener ingresos, ese 67% de los jóvenes españoles que están sin empleo y los que van a ser desahuciados y otros miles y miles de ciudadanos con problemas económicos porque si bien tienen trabajo han visto rebajados sus salarios y sus pensiones, todos estos no ven que algo se pueda estar moviendo, ellos siguen igual. De mal, claro.
Rajoy ha pasado del pesimismo al optimismo y eso no es bueno y para aseverar tal cosa hay que recordar aquella frase de José Saramago que decía lo siguiente: “Los únicos interesados en cambiar el mundo son los pesimistas, por que los optimistas están encantados con lo que hay” y resulta evidente que Rajoy tal y como se está manifestando en estos días parece ser estar “encantado” con lo que hay. Pero hay otra frase que me gustaría señalar y lo voy a hacer, la pronunció G. K. Chesterton y dice lo siguiente: “Optimista es el que os mira a los ojos; pesimista es el os mira a los pies”. Y como es público y notorio Rajoy no es de los que miran frente a frente a las personas. Tiene la mirada huidiza y por tanto su actitud es poco fiable. Recuerdo el título de aquella vieja y divertida película protagonizada por Rock Hudson y Gina Lollobrígida, “Cuando llegue septiembre”. Ya veremos qué pasa cuando llegue septiembre. Me temo que no va a ser muy divertido.
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