¿La gente? ¿Quién es la gente?
Era a finales del siglo XVIII cuando se extendió la frase que decían los franceses de “todo para el pueblo, nada para el pueblo” y que aquí en España sufrió una ligera modificación pero con el mismo significado y que decía así: “Todo para el pueblo, pero sin el pueblo” como lema del despotismo ilustrado caracterizado por el paternalismo, en oposición a la opinión extendida desde los enciclopedistas que vería necesario el protagonismo y la intervención del pueblo en los asuntos políticos, incluso asignándole el papel de sujeto de la soberanía .
Actualmente y con el Gobierno del PP se producen hechos que dan la sensación de que estamos volviendo a los tiempos del despotismo ilustrado, “todo para el pueblo, pero sin el pueblo”. El pueblo no cuenta para intervenir en los asuntos políticos salvo en lo que se concreta en votar y nada más. Votar bajo promesas que son una mentira y un engaño como bien ha puesto de manifiesto Mariano Rajoy. Hoy el pueblo no es tenido en cuenta para nada y mucho menos se hace caso de sus manifestaciones de descontento que son motivo de burla por parte de los dirigentes populares. A este respecto voy a recordar aquella frase de José María Aznar, reflejada en los medios de comunicación el 6 de diciembre de 2001 y pronunciada con motivo de las masivas manifestaciones protagonizados por los jóvenes estudiantes contra la Ley Orgánica de Universidades (LOU) señalando que lo que él vio el domingo fue “un lio de mucha gente por la calle”, en el que “había gente muy variada”. Toda una muestra de desprecio y del escaso, nulo, respeto que le merecían los que se manifestaban que eran gente del pueblo. La LOU era “para el pueblo, pero –en este caso- con el rechazo del pueblo”.
El mismo “tratamiento” se le dio a la manifestación que tuvo lugar hace pocos días en Palma de Mallorca, donde estudiantes, padres y docentes se manifestaron, más de cien mil, protestando por el decreto de trilingüismo que quería imponer el Gobierno balear para el cual aquellos manifestantes, repito que más de cien mil, “no representaban a nadie”, por lo visto estos del Partido Popular están decididos a ignorar a los ciudadanos y que se han empeñado en menospreciar a la opinión pública cerrando los ojos en un intento por “esconderse”, como hacen los niños en sus juegos, ante una evidencia de descontento generalizado, por lo visto ellos se preguntan que ¿la gente? ¿Quién es la gente? Creo que cuando la gente se lance a la calle en masa, que lo hará, es cuestión de tiempo, van a pensar que “es que hace un buen día y han salido todos a tomar el sol”, porque saldrán pero no a tomar el sol, saldrán todos, hasta esa mayoría silenciosa que ahora no sale y que Rajoy cree que es porque está de acuerdo con su forma de gobernar, que son “representativos” de su “buen” hacer. Puede que sean representativos y de hecho lo son, pero representan a todos aquellos que sufren y callan, en absoluto respaldan al Gobierno y a sus desnortada forma de gobernar y mucho menos apoyan sus constantes mentiras.
Puede que algún día se produzca de verdad “un lío de gente en la calle” como lo calificaba Aznar y que de una vez por todas se enteren de quien es realmente la gente y a quien representa. Emplear el lenguaje de la prepotencia como hacen los del Partido Popular solo puede generar situaciones conflictivas que nadie desea, pero que son provocadas por esa prepotencia y el tono chulesco que a diario pone en práctica la derecha.
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