Sufrir martirio
Hace unos días Rafael Spottorno, jefe de la Casa del Rey, pedía públicamente el cierre del sumario del caso Noós al considerarlo un martirio para la Familia Real. Evidentemente para nadie es agradable el verse casi a diario en los medios de comunicación y mucho menos soportar el que si va a ser o no imputado para declarar ante el juez por la comisión de un presunto delito. Yo creo que cuando se tiene la conciencia tranquila, cuando uno no tiene nada que ocultar, este tipo de situación mediática puede resultar bastante molesto y no menos desagradable, pero de ahí a ser martirizante creo que existe una diferencia y una distancia bastante considerable. El que un ciudadano sea imputado no quiere decir que sea un delincuente, si así fuera algunos parlamentos tanto del Estado como autonómicos estarían llenos de malhechores, cualquier ciudadano puede ser requerido para prestar declaración como testigo y una vez que haya sido escuchado por el juez este puede acabar siendo imputado y con cargos, también se da el caso de que un imputado declare ante el juez y una vez realizado este trámite salga del juzgado libre de cargos.
El martirio se concreta en padecer cualquier situación que produzca dolor y sufrimiento, el mismo dolor y sufrimiento que a diario pasan millones de familias españolas en las que todos sus miembros están sin trabajo y sin ingresos, o esos otros millones de españoles que están sin trabajo y que al igual que los primeros han perdido su techo, su vivienda, unos ya y otros soportando el constante martirio de las cartas que los bancos les envían casi a diario amenazándoles con dejarles en la calle si no pagan los plazos de sus hipotecas y que por su situación de desempleo y falta de ingresos les es imposible atender. Sufrir martirio salir a la calle un día tras otro sin poder ejercer el derecho que nos asiste a todos de ir a nuestro lugar de trabajo para ganarnos el sustento diario para nuestras familias. Sufrir martirio es el padecer un día tras otro la horrible y constante circunstancia de no tener nada que ofrecer a nuestros hijos para que desayunen antes de irse al colegio y también el no poder proveerles de un bocadillo o de las comidas que diariamente precisan para que una mala nutrición no afecte a su desarrollo físico. Sufrir martirio es pasar hambre. Sufrir martirio es pasar de haber gozado de una posición social modesta pero hasta cierto punto aceptable, a pasar a engrosar el cada vez más numeroso y alarmante colectivo de pobres. Sufrir martirio es pasar por la indigna situación de acudir a un comedor social cuando a lo largo de su vida ha alimentado a su familia con los medios económicos obtenidos con su esfuerzo personal, con su trabajo. Sufrir martirio es padecer una grave y dolorosa enfermedad y estar meses en una lista de espera para ser atendido. Sufrir martirio es perder los derechos sanitarios por verte obligado a buscar trabajo en el extranjero. Sufrir martirio es vivir un presente sin futuro. Sufrir martirio es que las personas discapacitadas o dependientes no sean debidamente atendidas por las instituciones públicas. Sufrir martirio es el que muchos talentos se pierdan por la desidia de unos malos gobernantes. Sufrir martirio es ser joven y no poder disponer de un trabajo para independizarse o vivir en pareja. Sufrir martirio es haber pasado de escoger y elegir tus alimentos en los estantes de un “súper” a tener que rebuscarlos en los contenedores de basura. Sufrir martirio es dormir a la intemperie pasando frio y sufriendo los rigores de una climatología adversa. Sufrir martirio es cuando las malas circunstancias sobrevenidas por la mala gestión de los gobernantes convierten a millones de personas en seres marginales. Sufrir martirio es cuando se da el hecho de que por causa de algunos políticos descerebrados y desequilibrados el mundo entra en guerra y mueren millones de seres inocentes. Sufrir martirio es cuando a pesar de hallarnos en el siglo XXI el hombre aún sigue siendo explotado y esclavizado por el hombre. Sufrir martirio es el comprobar que en una sociedad que se declara, democrática, progresista y libre es el hombre quien sigue marcando el destino de las mujeres.
Estas y otras muchas circunstancias son las que provocan el martirio de las personas. Desde luego entre estas circunstancias no se encuentran las de disfrutar de un excelente y bien remunerado empleo fuera de tu país y vestir bien y comer mejor y que tus hijos asistan a los mejores colegios. El que los medios de comunicación te traten mejor o peor es algo que no tiene mayor o menor relevancia sobre todo si eres una persona íntegra, honesta y no tienes nada que ocultar. Lo demás es accesorio. Señor Spottorno, las penas con pan son menos y el “martirio” es más llevadero. Creo que no es necesario que lo explique con mayor claridad.
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