Hacia una España Mejor

lunes, octubre 09, 2006

LA OTRA CARA DE AZNAR


A José María Aznar, le sienta bien eso de que le nombren doctor honoris causa. Aunque estoy seguro de que mejor le sienta que le nombren profesor de la Universidad de Georgetown y más aun, asesor de Murdoch. No por nada, sino porque lo de “honoris causa” no tiene paga y lo otro sí.
Han tenido que nombrarle doctor honoris causa para que todos podamos ver la otra cara de Aznar y para ser más exacto su faceta humorística. Aznar no es solamente esa persona con cara avinagrada de gesto adusto y de sonrisa forzada. Los que asistieron a los actos de su nombramiento otorgado por la Universidad Andrés Bello de Santiago de Chile y la Universidad de Ciencias Aplicadas de Lima (Perú), ambas pertenecientes a la misma red de centros de signo conservador, naturalmente, por lo que me da el “pálpito” de que estos nombramientos le van a caer en cascada, pero a lo que iba, los asistentes tuvieron la gran suerte de asistir a los primeros balbuceos en clave de humor pronunciados por Aznar.
Fue principalmente en la Universidad Andrés Bello de Santiago de Chile donde más se destapó Aznar. Después de arremeter políticamente contra todo aquel que se le cruza por delante dijo que ya no participa activamente en la política de su país. Es cierto ahora se va fuera de España para poner a parir al Gobierno de su país que creo que seguirá siendo España porque a lo mejor se le ha quedado pequeña, añadiendo que ahora se dedica “al campo de las ideas”. Será al campo de las malas ideas porque Aznar no idea nada bueno. Recordemos lo de las Azores y cuando pidió que la OTAN bombardease El Líbano.
Dijo también después de la consabida regañina a sus adversarios políticos y respondiendo a las preguntas de los periodistas: “Estoy retirado, yo me dedico a cuestiones académicas, no me dedico a la política”. Estas palabras puede que le lleven a ser nombrado miembro de la Real Academia Española de la Lengua, porque una persona que se expresa como él, que habla catalán entre familia y amigos y que habla un inglés que para si quisieran los que estudian en Oxford y Cambridge, forzosamente tiene que ser miembro de la Real Academia. Además y de esto nadie puede tener dudas, Aznar es bastante lenguaraz, lo que supone un valor añadido.
En cualquier caso son dignos de celebrar estos retazos de humor y más en una persona que, me atrevo a decir sin temor a equivocarme, no debe haber contado un chiste en su vida.