Hacia una España Mejor

jueves, junio 19, 2008

Nada nuevo


La Fiscalía Anticorrupción dice que el Ayuntamiento de Estepona funcionaba con el mismo patrón que el de Marbella.
Creo que puede resultar inexacto el afirmar que existe una especie de conexión con la “Operación Malaya”, el patrón al que se refiere la Fiscalía Anticorrupción es el mismo que hemos podido ver a lo largo y a lo ancho de todo el territorio español. No hay nada nuevo, ni tan siquiera la aplicación de la tolerancia cero por parte del Partido Socialista Obrero Español, en el PSOE, afortunadamente, ya hace bastante tiempo que se expulsa del partido a todos aquellos que se ven mezclados en casos de corrupción, hasta tal punto es así que en muchos casos creo que se vulnera el principio de la presunción de inocencia. No ocurre otro tanto con el Partido Popular que no corta esos brotes de presunta corrupción por la raíz sino que lo que hace es poner como cabezas de lista en los comicios municipales a aquellos que están siendo investigados e imputados por la justicia y a otros que, aunque no figuren como cabezas de cartel, están bajo actuaciones judiciales por distintas causas, entre los que se halla el presidente de la Diputación Provincial de Castellón, Carlos Fabra, al que le han cambiado hasta ocho jueces y algunos fiscales.
Si los casos de corrupción comprobada y otros de presunta corrupción se dan en mayor medida de lo normal, estos casos siempre existirán mientras sea poderoso caballero don Dinero, es debido a la lentitud de la Justicia que tarda años y años en resolver los casos y que en ocasiones, demasiadas, al final no pasa nada aún a pesar de estar a la vista cual era la situación personal que gozaba el político en cuestión y la que viene disfrutando, esto es algo que no lo cambia un sueldo de alcalde o concejal por elevada que dicho sueldo sea. El cobrar un sueldo, por jugoso que este pueda ser, no hace a nadie rico. Eso solo puede ocurrir en el caso del alcalde de Torrevieja perteneciente al Partido Popular, que compró unas tierras en Almoradí (Alicante) calificadas como rústicas y al poco tiempo y sin haber sufrido recalificación alguna para su uso, las vendió produciéndole esta transacción un beneficio de 900 millones de las antiguas pesetas. Un caso muy raro por que pocos han llegado a entender aún quien compró, y para qué, unas tierras calificadas como rústicas a un precio tan alto, pero cosas más raras se han visto y se verán.
Pero yo creo que no hay un patrón ni un modelo de corrupción “ad hoc”. Todos los casos son iguales porque las circunstancias que los provocan son las mismas. No hay otras. Por eso es muy fácil el descubrirlas a poco que se ponga un mínimo de interés en ello por parte de la Justicia.