Los chicos de oro
Cuando pasamos por tiempos difíciles, cuando la gente lo está pasando mal, los gobiernos sean del signo que sean y del país que sean, todos en general, recurren a la tan manida, socorrida y fácil solución -¿solución?- de subir los impuestos, los directos y los indirectos, y para acabar de “rematar” el ajuste cogen las tijeras y recortan sin ningún tipo de miramientos los derechos de los trabajadores. Esto lo estamos viendo en todos los países de la Unión Europea y de allende los mares.
Mientras esto sucede, mientras los ciudadanos observan atónitos cómo no se le “mete” mano al fraude fiscal, a los impagos a la Seguridad Social y a la economía sumergida, y que para ello se den las instrucciones precisas a las inspecciones de Hacienda, Seguridad Social y Trabajo, para que de una vez por todas todo el mundo contribuya, como es su obligación, al “engorde” del erario público que sin duda alguna lo necesita y lo necesitamos todos para que los gobiernos pueden mantener las políticas de fomento del empleo apoyando económicamente a las pequeñas y medianas empresas que son la verdadera fuerza motriz creadora de empleo, principalmente en España, y como no, poder mantener y aumentar el gasto social. Esto es lo que deberían hacer los gobiernos. No creo que les sea electoralmente negativo hacerse impopulares ante los defraudadores, al contrario, ganarán mucha confianza ante los que pagan religiosamente sus impuestos. Mientras esto ocurre los españoles no salen de su asombro cuando leen en los periódicos que un presidente de banco, en esta caso del BBVA, se jubila a los 65 años por lo que percibirá una indemnización de 79.774.560 euros mientras ha venido percibiendo un sueldo fijo anual de 1.900.000 euros durante 2009, lo mismo que el año 2008, lo habrá pasado mal al no disfrutar de un aumento de sueldo en 2009, y que además recibió también 3.400.000 euros de bono variable (¿) Esto de variable me tiene intrigado, me he ido al diccionario y me dice que “variable” se refiere a “que varía o puede variar” con lo cual me he quedado igual que estaba pero llegando a la conclusión de que esto de “variable” es un concepto amorfo para justificar de algún modo esa retribución. Les podría citar lo que cobra por sueldo o por jubilación algún otro miembro del Consejo de Administración del citado banco, o de otro cualquiera, todos están por el estilo, pero no lo voy a hacer por no ponerle a usted, querido lector, los dientes largos y crearle una situación de cabreo al ver como estos chicos de oro son un fiel exponente de las grandes, enormes, desigualdades que existen. Lo único que nos falta saber es si encima de toda esta “parafernalia” de millones de euros encima van a percibir alguna pensión de la Seguridad Social, aunque bien es cierto que como supongo que habrán cotizado están su derecho de cobrarla. Aunque a lo mejor renuncian a ella. ¿No? ¿Cree usted que no? No sé, yo no me atrevo a asegurar nada. En fin, a quien Dios se la dé, san Pedro se la bendiga.
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