El chocolate del loro

Nos ha dejado de piedra el portavoz de los obispos españoles, Juan Antonio Martínez Camino, ahora resulta que cuando hablamos del costo de las visitas del Papa estamos hablando no de millones de euros sino de calderilla. Por lo visto la Iglesia Católica ha llegado a enriquecerse de tal modo que el que a los valencianos nos costara más de treinta millones de euros, costo estimado porque se sabe que solo a la TV de Camps, Canal 9, le costó 26 millones de euros pero no se ha podido saber lo que le costó al Gobierno de Camps, la visita que nos hizo el Papa en 2006 y los cincuenta millones en que se ha valorado el costo de la visita que nos hará el próximo año con motivo de la Jornada de la Juventud, según Martínez Camino es “el chocolate del loro”. En cambio Martínez Camino, nos ha dicho que “siempre que viene el Papa es un negocio espiritual y económico”, Ahí, ahí es donde está el beneficio. Se imagina usted cómo funciona la cosa del merchandising, la de medallitas, banderitas, fotos del Sumo Pontífice y otros abalorios que compra la gente. Sobre el “negocio espiritual” la verdad, es que no puedo pronunciarme porque no sé en qué consiste. Eso de los valores espirituales, la iglesia, de momento, con tanto pederasta en su seno los tiene un poco devaluados.
Yo la verdad es que creo que con esas cifras que antes he citado se puede alimentar el cuerpo, lo de alimentar el alma lo dejo para aquellos que la tengan un tanto decaída, débil, y digo el cuerpo porque con todo ese dinero se puede “matar” mucha hambre y evitar que esta mate a cientos de miles de personas, mayormente niños. Y ya que Martínez Camino, ha hablado del “chocolate del loro” no estaría demás gastar un poco de ese dinero en adquirir unas cuantas toneladas de chocolate, provenientes de la mezcla del cacao, leche y azúcar, para que esos niños hambrientos pudieran gozar de los mismos placeres que este producto les produce a los niños, y a los no tanto niños, que tienen la suerte de vivir en los países desarrollados. Creo que Martínez Camino se referirá a este tipo de chocolate y no al otro, al proveniente del hachís, porque de ser así el portavoz de la Conferencia Episcopal debe haber calculado mal.
En fin, es cierto aquello de que todos los días aprenderás algo nuevo. Ahora nos enteramos que las visitas del Papa son un “negocio espiritual y económico”. Quien nos lo iba a decir. Ya apunté yo en uno de mis comentarios refiriéndome a que de esos 50 millones que nos va a costar a los españoles la visita del Papa en 2011, veinticinco los ponen los empresarios, que estas visitas “esponsorizadas” y el pago de una entrada para poder asistir a la misas del Papa en su reciente visita al Reino Unido, a más de que se confiaba en recaudar una cantidad importante de dinero en el merchandising tenían un cierto tufillo a negocio. Ahora, con lo dicho por Martínez Camino la cosa queda, para mí, confirmada.