Los pobres son más
El Gobierno italiano presidido por Silvio Berlusconi, ha decidido que para reducir el déficit hay que exprimir, aún más, a los pobres y que por tanto tienen que “contribuir” con 79.000 millones de euros para conseguir tal fin.
Para recaudar esas decenas de miles de millones se pagarán diez euros por ir al especialista y 25 euros por usar las urgencias, esto es un avance del copago por usar los distintos servicios y demás prestaciones sanitarias. Asimismo los universitarios, los inválidos y niños de guardería tendrán menos deducciones, con esto ya asoma también el copago por usar las infraestructuras educativas. O sea que a lo menos pudientes les ha tocado, como siempre, pagar los gastos del entierro. El ministro de economía, Giulio Tremonti, ha dicho que si no se llevan a cabo estos ajustes “acabaremos como el Titanic, no se salvarán ni los de primera”. No conoce muy bien el ministro la historia del desafortunado trasatlántico, la mayoría de los que se salvaron eran pasajeros de primera. A los otros, a los de inferior escala, les cerraron las puertas de acceso a las cubiertas y por tanto a los botes salvavidas, sentenciándolos a muerte.
La historia está llena de episodios en las cuales cuando a alguien le ha tocado perder siempre ha sido a los más débiles en todos los sentidos, en el físico y en el económico, que es donde más duele. Yo creo que el Gobierno italiano ha pensado que si los pobres son un poco más pobres no les va a causar un mayor daño moral. Los pobres tienen asumido eso que dice que “tan acostumbrado estoy a perder que cuando gano me sabe mal”, en cambio si se empobrece a los ricos estos pueden sufrir un trauma que les puede llevar hasta el suicidio, recordemos el “martes negro” de Wall Street, porque pasar de rico a pobre tiene que ser algo muy duro, tremendo diría yo. Además hay una cierta filosofía, parece ser, en el Gobierno italiano que es la que provoca el que las cargas recaigan sobre los más débiles y esta parece ser que no es otra que no se trata de cobrar a los que más pueden sino a los que más son, a aquellos que solo tienen un salario y una pensión que no les llega nunca a fin de mes.
En cualquier caso “cuando las barbas de tu vecino veas arder pon la tuyas a remojo”. El vocero del PP, Esteban González Pons, ha dicho al hilo de lo que sucede en Italia, que o cambian las cosas a vamos a ir a parar al mismo sitio que los vecinos del Papa: Al copago en sanidad y educación. Cosa que, y me juego un café, para mí un descafeinado, con quien quiera que estas palabras no han sido pronunciadas con otro fin que con el de ir avisando al personal de lo que pasará cuando gobierne el PP, Dios no lo quiera, que habrá copago y la excusa o justificación para ello será, sin duda, la siguiente: Es que Zapatero lo ha dejado tan mal que no tenemos más remedio que acudir a tomar estas medidas. No se apueste usted el café conmigo que seguro que lo pierde.
Para recaudar esas decenas de miles de millones se pagarán diez euros por ir al especialista y 25 euros por usar las urgencias, esto es un avance del copago por usar los distintos servicios y demás prestaciones sanitarias. Asimismo los universitarios, los inválidos y niños de guardería tendrán menos deducciones, con esto ya asoma también el copago por usar las infraestructuras educativas. O sea que a lo menos pudientes les ha tocado, como siempre, pagar los gastos del entierro. El ministro de economía, Giulio Tremonti, ha dicho que si no se llevan a cabo estos ajustes “acabaremos como el Titanic, no se salvarán ni los de primera”. No conoce muy bien el ministro la historia del desafortunado trasatlántico, la mayoría de los que se salvaron eran pasajeros de primera. A los otros, a los de inferior escala, les cerraron las puertas de acceso a las cubiertas y por tanto a los botes salvavidas, sentenciándolos a muerte.
La historia está llena de episodios en las cuales cuando a alguien le ha tocado perder siempre ha sido a los más débiles en todos los sentidos, en el físico y en el económico, que es donde más duele. Yo creo que el Gobierno italiano ha pensado que si los pobres son un poco más pobres no les va a causar un mayor daño moral. Los pobres tienen asumido eso que dice que “tan acostumbrado estoy a perder que cuando gano me sabe mal”, en cambio si se empobrece a los ricos estos pueden sufrir un trauma que les puede llevar hasta el suicidio, recordemos el “martes negro” de Wall Street, porque pasar de rico a pobre tiene que ser algo muy duro, tremendo diría yo. Además hay una cierta filosofía, parece ser, en el Gobierno italiano que es la que provoca el que las cargas recaigan sobre los más débiles y esta parece ser que no es otra que no se trata de cobrar a los que más pueden sino a los que más son, a aquellos que solo tienen un salario y una pensión que no les llega nunca a fin de mes.
En cualquier caso “cuando las barbas de tu vecino veas arder pon la tuyas a remojo”. El vocero del PP, Esteban González Pons, ha dicho al hilo de lo que sucede en Italia, que o cambian las cosas a vamos a ir a parar al mismo sitio que los vecinos del Papa: Al copago en sanidad y educación. Cosa que, y me juego un café, para mí un descafeinado, con quien quiera que estas palabras no han sido pronunciadas con otro fin que con el de ir avisando al personal de lo que pasará cuando gobierne el PP, Dios no lo quiera, que habrá copago y la excusa o justificación para ello será, sin duda, la siguiente: Es que Zapatero lo ha dejado tan mal que no tenemos más remedio que acudir a tomar estas medidas. No se apueste usted el café conmigo que seguro que lo pierde.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home