Cuando el río suena...
El pasado 28 de marzo, en un desayuno de ABC, el presidente la Región de Murcia, Ramón Luís Valcárcel, propuso que los ciudadanos asumieran parte del coste de la sanidad y de la educación. En dicho acto estuvo arropado por Mariano Rajoy y por Esperanza Aguirre. Dijo Rajoy de Valcárcel: Que es “un político sólido y sensible con gran capacidad de gestión y de visión a medio y largo plazo”, así como un “reformista”. “Valcárcel hace las cosas bien”, concluyó Rajoy. Está claro que lo que hizo Valcárcel fue de “mandado”. Lo del copago en sanidad y educación fue un globo sonda para ver la reacción que la propuesta del presidente murciano producía en la opinión pública. Evidentemente fue de rechazo y al día siguiente, el 29 de marzo, el PP desautorizaba a Valcárcel. Cosa que no hizo Rajoy de inmediato cuando acabó el acto organizado por ABC.
Pero dos meses después, el 28 de mayo del año en curso, el que sale con lo del copago es el portavoz del PP en las Cortes Valencianas, Rafael Blasco. Decía a este respecto Blasco: “Creo sinceramente que hay que empezar a pensar en fórmulas en las que los contribuyentes contribuyamos con nuestro poder adquisitivo al mantenimiento de determinados servicios públicos…”. En esta ocasión el portavoz popular no mencionaba a que servicios públicos se refería, pero no hace falta ser muy despierto para darse cuenta de que va por el mismo camino, que su conmilitón murciano. De lo dicho por Blasco, me quedo con lo que dice que los contribuyentes contribuyamos con “nuestro poder adquisitivo”. ¿Se refiere a los jubilados y pensionistas, que por sus circunstancias de edad y de estado de salud son los “grandes” consumidores de medicamentos y que por lo general cobran pensiones que apenas dan para comer y poco más, muy poco? ¿O se refiere a que paguen parte del costo del colegio de sus hijos los que están cobrando el subsidio de desempleo o la ayuda del Gobierno o la ayuda familiar o nada? Y no hablemos de los salarios mil turistas que cobran algunos padres y madres de familia. ¿Se refiere Blasco, a ese “poder adquisitivo”?
Pero mira por donde lo de Blasco se aclara, el pasado día 27 el diario El País publicaba la noticia de que Mariano Rajoy le ha encargado a la Fundación de Análisis y Estudios (FAES), que preside José María Aznar, que le prepare un informe que estudie el copago en sanidad. A pesar de que la respuesta ya es pura retórica ya que cuando se le pregunta a alguien del PP o de FAES por las propuestas del PP a esta Fundación siempre responden que “FAES es FAES y el PP es el PP”, esto no es así. Hay que recordar que con el informe de FAES para el PP sobre la reforma de energía, que propuso la construcción de más centrales nucleares, fue antes de lo de Fukushima, Rajoy estaba por entonces muy pronuclear, pero reculó cuando ocurrió el desastre en la central nuclear japonesa. O la asunción por parte de Rajoy del informe autonómico “viable” elaborado por Gabriel Elorriaga miembro de FAES y que fue asumido en gran parte por Rajoy.
Es muy posible que antes de finalizar el año esto del copago sea incorporado al programa del PP cara a las próximas elecciones generales, a celebrar en marzo de 2012, o antes, tanto es así que la prensa nos da cuenta de que el menos uno de una veintena de seminarios que está preparando el PP para estudiar el modelo sanitario desde todos los ángulos posibles estará dedicado exclusivamente al copago. Es de esperar que esto del copago solo afecte a los medicamentos, aunque yo personalmente me niego a aceptarlo, y que no se refiera también a las intervenciones quirúrgicas, estancias en hospitales, ya sea en urgencias o por otra causa, así como por la atención del médico de familia y especialistas. En cuanto a la educación, si el copago afecta también a la Universidad, que se quiten de la cabeza los hijos de los trabajadores sus sueños de poder conseguir tener unos estudios, una carrera, universitaria.
De todos modos si no piensan en el PP llegar a estos extremos ¿porqué le encargan a FAES un informe sobre esta cuestión? Está claro que cuando el rio suena agua trae. Y los ríos suenan. Suena el Segura desde Murcia con las palabras de Valcárcel. Suena el Turia desde Valencia con lo dicho por Blasco y suena el Manzanares con el encargo de Rajoy a FAES.
Pero dos meses después, el 28 de mayo del año en curso, el que sale con lo del copago es el portavoz del PP en las Cortes Valencianas, Rafael Blasco. Decía a este respecto Blasco: “Creo sinceramente que hay que empezar a pensar en fórmulas en las que los contribuyentes contribuyamos con nuestro poder adquisitivo al mantenimiento de determinados servicios públicos…”. En esta ocasión el portavoz popular no mencionaba a que servicios públicos se refería, pero no hace falta ser muy despierto para darse cuenta de que va por el mismo camino, que su conmilitón murciano. De lo dicho por Blasco, me quedo con lo que dice que los contribuyentes contribuyamos con “nuestro poder adquisitivo”. ¿Se refiere a los jubilados y pensionistas, que por sus circunstancias de edad y de estado de salud son los “grandes” consumidores de medicamentos y que por lo general cobran pensiones que apenas dan para comer y poco más, muy poco? ¿O se refiere a que paguen parte del costo del colegio de sus hijos los que están cobrando el subsidio de desempleo o la ayuda del Gobierno o la ayuda familiar o nada? Y no hablemos de los salarios mil turistas que cobran algunos padres y madres de familia. ¿Se refiere Blasco, a ese “poder adquisitivo”?
Pero mira por donde lo de Blasco se aclara, el pasado día 27 el diario El País publicaba la noticia de que Mariano Rajoy le ha encargado a la Fundación de Análisis y Estudios (FAES), que preside José María Aznar, que le prepare un informe que estudie el copago en sanidad. A pesar de que la respuesta ya es pura retórica ya que cuando se le pregunta a alguien del PP o de FAES por las propuestas del PP a esta Fundación siempre responden que “FAES es FAES y el PP es el PP”, esto no es así. Hay que recordar que con el informe de FAES para el PP sobre la reforma de energía, que propuso la construcción de más centrales nucleares, fue antes de lo de Fukushima, Rajoy estaba por entonces muy pronuclear, pero reculó cuando ocurrió el desastre en la central nuclear japonesa. O la asunción por parte de Rajoy del informe autonómico “viable” elaborado por Gabriel Elorriaga miembro de FAES y que fue asumido en gran parte por Rajoy.
Es muy posible que antes de finalizar el año esto del copago sea incorporado al programa del PP cara a las próximas elecciones generales, a celebrar en marzo de 2012, o antes, tanto es así que la prensa nos da cuenta de que el menos uno de una veintena de seminarios que está preparando el PP para estudiar el modelo sanitario desde todos los ángulos posibles estará dedicado exclusivamente al copago. Es de esperar que esto del copago solo afecte a los medicamentos, aunque yo personalmente me niego a aceptarlo, y que no se refiera también a las intervenciones quirúrgicas, estancias en hospitales, ya sea en urgencias o por otra causa, así como por la atención del médico de familia y especialistas. En cuanto a la educación, si el copago afecta también a la Universidad, que se quiten de la cabeza los hijos de los trabajadores sus sueños de poder conseguir tener unos estudios, una carrera, universitaria.
De todos modos si no piensan en el PP llegar a estos extremos ¿porqué le encargan a FAES un informe sobre esta cuestión? Está claro que cuando el rio suena agua trae. Y los ríos suenan. Suena el Segura desde Murcia con las palabras de Valcárcel. Suena el Turia desde Valencia con lo dicho por Blasco y suena el Manzanares con el encargo de Rajoy a FAES.
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