Rajoy es muy voluble

Este Mariano, siempre tan voluble, es del último que llega. Aún recuerdo cuando decía que la gestión que Camps estaba llevando a cabo en la Comunidad Valenciana era el modelo a seguir por el PP cuando gobernara en España. Ahora nos sale asegurando que lo que haga Cospedal avanzará la política del PP en toda España. Por cierto he visto unas fotos de la moza, de María Dolores de Cospedal, en las que iba puesta de teja y mantilla presidiendo la procesión de Corpus Christi y esa imagen me ha traído a la memoria aquellas de doña Carmen Polo, la esposa de don Claudio, yo jamás le he faltado al respeto llamándole, como la mayoría le llamaba: “Claudillo”, ataviada con la misma indumentaria y que nos ofrecía el NO-DO cuando la Iglesia celebraba una de sus más enraizadas procesiones. Pero a lo que voy. Ahora el norte y guía de Rajoy es De Cospedal, el PP hará en toda España lo que ella está haciendo, si es que está haciendo algo, en Castilla-La Mancha, o sea gobernar a distancia, está más en Madrid que en Toledo, le “tira” más Madrid. He leído que cuando acabó su discurso de investidura se marchó del edificio de las Cortes Regionales para celebrarlo. Pero no lo hizo en Toledo ni en ningún otro lugar de Castilla-La Mancha sino en Madrid. También ha sentado mal a sus compañeros de partido el que a las pocas horas de la constitución de las Cortes de Castilla-La Mancha, una sesión muy especial para los parlamentarios del PP, se fuera a toda velocidad hacia Madrid porque tenía entrada para lo corrida de toros de Las Ventas.
Es un nuevo estilo de gobernar, toda una innovación, “reinar” a distancia, como durante muchos decenios lo hizo la realeza española cuando en el territorio español jamás se ponía el sol, salvando la distancia que pueda haber entre Madrid y Toledo, donde sí se pone el sol casi al mismo tiempo pero que se puede dar el caso de que llueva en Toledo y en Madrid no y viceversa.
Pero si el santo y seña del PP va a ser la gestión de De Cospedal, en Castilla-La Mancha, lo tenemos claro los españoles, lo primero que ha hecho la primera dama castellano-manchega es bajar del burro a sus administrados, los ciudadanos castellano-manchegos, les ha dejado bien claro que aquella bajada de impuestos que prometió durante la campaña electoral, de eso nada de nada, tendrán que pasar como mínimo dos años para llevar a cabo tal promesa. También les ha dejado claro que aquellas inversiones para ejecutar importantes obras de infraestructuras diversas tendrán que esperar. O sea, que la política del PP a nivel nacional va a ser la de prometer hasta el meter y una vez metido… Rajoy lo tiene claro. ¿Lo tiene?