Los modernos bandoleros generosos
José María Pelagio Hinojosa, más conocido como el “Tempranillo”, nació en Lucena (Córdoba) el 24 de junio de 1805. Jaime José Cayetano Alfonso, más conocido como el “Barbudo”, nació en Crevillente (Alicante) el 27 de octubre de 1783. Ambos pasaron a la posteridad como dos mitológicos bandoleros salteadores de caminos que robaban a los ricos para dárselo a los pobres. El primero de ellos actuaba en Sierra Morena y el segundo en las serranías de Alicante y Murcia. Por cierto de este segundo se dice que su lugarteniente se apellidaba Mogica, por lo que me da la sensación de que a los Mogica, que provenían del señorío de Guernica y eran de solar reconocido, o sea de la nobleza, les debió de salir algún “gato negro” por lo que no se si yo desciendo de los nobles o del bandolero. Yo no he heredado ningún título nobiliario, por lo que no sé, no sé. A este tipo de bandoleros se les llamaba “bandidos generosos”.
Viendo lo que a diario nos ofrecen los medios de comunicación sobre la intención de los gobernantes de este mundo mundial de “robarle” a los ricos para dárselo a los pobres, me han venido a la memoria estos dos personajes y he llegado a la conclusión de que los que nos administran a los ciudadanos de este planeta se han fijado en ambos y les quieren emular para “liberar” al pueblo del hambre y de la miseria. Pero los tiempos cambian y los escenarios de actuación son otros. Ahora no se trata de “tirarse al monte”, ahora lo que procede es “asaltar” bancos, vamos, que hay que obligar a los banqueros a que aflojen la guita para que los países funcionen, ahí está la solución lo demás son intentonas “románticas” y trasnochadas que no tienen sentido en estos tiempos. Lo que hay que conseguir a toda costa es que funcionen los mecanismos de los ministerios de Hacienda y que los gobiernos pongan en práctica aquello de que quien más tenga que más pague controlando a esas empresas superpuestas que se utilizan para evadir impuestos y a las SICAV y que los organismos inspectores funcionen a pleno rendimiento que trabajo tienen y además mucho. Muchos de estos políticos que quieren emular a los bandoleros se sorprenderían cuando vieran el “chorro” de miles de millones de euros que entrarían en las arcas públicas. Eso de repelar de aquí y de allá es miseria y compañía y gastar pólvora en salvas. Es verdad que toda piedra hacer pared, pero la pared se levanta más rápidamente si se emplean bloques prefabricados de un tamaño lo suficientemente grande como para levantar esa pared en el mínimo espacio de tiempo.
Por otro lado puede parecer que vivimos en un mundo irreal. Ricos de todas partes piden ser “robados”, de todos sitios menos de los países del tercer mundo, porque claro allí los ricos son los gobernantes y no van ser tan gilipuertas que se vayan a subir los impuestos a ellos mismos. Si el “Tempranillo” y el “Barbudo” levantaran la cabeza… Por cierto, los dos murieron a manos del verdugo.
Viendo lo que a diario nos ofrecen los medios de comunicación sobre la intención de los gobernantes de este mundo mundial de “robarle” a los ricos para dárselo a los pobres, me han venido a la memoria estos dos personajes y he llegado a la conclusión de que los que nos administran a los ciudadanos de este planeta se han fijado en ambos y les quieren emular para “liberar” al pueblo del hambre y de la miseria. Pero los tiempos cambian y los escenarios de actuación son otros. Ahora no se trata de “tirarse al monte”, ahora lo que procede es “asaltar” bancos, vamos, que hay que obligar a los banqueros a que aflojen la guita para que los países funcionen, ahí está la solución lo demás son intentonas “románticas” y trasnochadas que no tienen sentido en estos tiempos. Lo que hay que conseguir a toda costa es que funcionen los mecanismos de los ministerios de Hacienda y que los gobiernos pongan en práctica aquello de que quien más tenga que más pague controlando a esas empresas superpuestas que se utilizan para evadir impuestos y a las SICAV y que los organismos inspectores funcionen a pleno rendimiento que trabajo tienen y además mucho. Muchos de estos políticos que quieren emular a los bandoleros se sorprenderían cuando vieran el “chorro” de miles de millones de euros que entrarían en las arcas públicas. Eso de repelar de aquí y de allá es miseria y compañía y gastar pólvora en salvas. Es verdad que toda piedra hacer pared, pero la pared se levanta más rápidamente si se emplean bloques prefabricados de un tamaño lo suficientemente grande como para levantar esa pared en el mínimo espacio de tiempo.
Por otro lado puede parecer que vivimos en un mundo irreal. Ricos de todas partes piden ser “robados”, de todos sitios menos de los países del tercer mundo, porque claro allí los ricos son los gobernantes y no van ser tan gilipuertas que se vayan a subir los impuestos a ellos mismos. Si el “Tempranillo” y el “Barbudo” levantaran la cabeza… Por cierto, los dos murieron a manos del verdugo.
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