Desnudo ante el mundo
Camps acusa al PSOE de “perseguirle políticamente” y convertir cuatro trajes “en un asunto de Estado”. Por otro lado el jurado que le declaró no culpable consideró probado que Camps pagó los trajes a su sastre.
A fuer de ser sincero he de decir que en absoluto doy por acertada la decisión del jurado popular, pero no soy solamente el que así lo piensa, no hay más que recordar las encuestas que llevaron a cabo distintos medios de comunicación cuando le preguntaban a los lectores si consideraban acertado o no el dictamen del jurado y en todas ellas la respuesta de más del 80% de los que se significan era un no rotundo. Está claro que el contenido de las grabaciones lo ponía todo muy nítido, para todos menos para cinco miembros del jurado, a lo mejor las oyeron pero no las escucharon. Otra cuestión es el hecho de que el jurado, o los cinco que exculparon a Camps, consideraran que Camps pagó los trajes a su sastre. No se entiende muy bien el que Camps no presentara factura alguna en la que se hiciera constar al pago de los trajes y que después de oír las cintas los cinco que absolvieron a Camps sacaran la conclusión de que Camps sí había pagado los trajes. De todos modos lo que ha quedado claro de todo esto es que Camps pudo haber pagado o devuelto los trajes, pero lo cierto es que está más desnudo que nunca. Esa es mi opinión tal y como yo he visto el desarrollo de todo lo acontecido en este lamentable y oscuro asunto.
Una cosa si hay que tener en cuenta y esta no es otra que no se trata de cuatro trajes se trata de ir al armario donde estuvieron los trajes, apartarlos y mirar lo que pueda haber detrás de ellos, es decir: en el fondo del armario, porque no hace falta ser muy “largo” para como mínimo intuir que detrás de esos trajes se puede esconder algo más y ese “algo más” es algo que no se puede considerar intranscendente por mucho que el jurado, cinco miembros de nueve, haya decidido declarar a Camps no culpable. Aquí no hay caza de brujas ni persecuciones políticas ni asuntos de Estado, aquí lo que se corresponde es no dar por zanjado este asunto, porque para muchos españoles este caso se ha cerrado en falso por mucho jurado que haya habido. Se trata de cómo lo ven cientos de miles de españoles, millones para ser más exacto y cómo lo han visto cinco personas que por mucho jurado que puedan ser está claro que son susceptibles de equivocarse. El jurado ha declarado a Camps no culpable, pero está claro, como antes he dicho, que la mayoría de los españoles ven a Camps más desnudo que nunca.
A fuer de ser sincero he de decir que en absoluto doy por acertada la decisión del jurado popular, pero no soy solamente el que así lo piensa, no hay más que recordar las encuestas que llevaron a cabo distintos medios de comunicación cuando le preguntaban a los lectores si consideraban acertado o no el dictamen del jurado y en todas ellas la respuesta de más del 80% de los que se significan era un no rotundo. Está claro que el contenido de las grabaciones lo ponía todo muy nítido, para todos menos para cinco miembros del jurado, a lo mejor las oyeron pero no las escucharon. Otra cuestión es el hecho de que el jurado, o los cinco que exculparon a Camps, consideraran que Camps pagó los trajes a su sastre. No se entiende muy bien el que Camps no presentara factura alguna en la que se hiciera constar al pago de los trajes y que después de oír las cintas los cinco que absolvieron a Camps sacaran la conclusión de que Camps sí había pagado los trajes. De todos modos lo que ha quedado claro de todo esto es que Camps pudo haber pagado o devuelto los trajes, pero lo cierto es que está más desnudo que nunca. Esa es mi opinión tal y como yo he visto el desarrollo de todo lo acontecido en este lamentable y oscuro asunto.
Una cosa si hay que tener en cuenta y esta no es otra que no se trata de cuatro trajes se trata de ir al armario donde estuvieron los trajes, apartarlos y mirar lo que pueda haber detrás de ellos, es decir: en el fondo del armario, porque no hace falta ser muy “largo” para como mínimo intuir que detrás de esos trajes se puede esconder algo más y ese “algo más” es algo que no se puede considerar intranscendente por mucho que el jurado, cinco miembros de nueve, haya decidido declarar a Camps no culpable. Aquí no hay caza de brujas ni persecuciones políticas ni asuntos de Estado, aquí lo que se corresponde es no dar por zanjado este asunto, porque para muchos españoles este caso se ha cerrado en falso por mucho jurado que haya habido. Se trata de cómo lo ven cientos de miles de españoles, millones para ser más exacto y cómo lo han visto cinco personas que por mucho jurado que puedan ser está claro que son susceptibles de equivocarse. El jurado ha declarado a Camps no culpable, pero está claro, como antes he dicho, que la mayoría de los españoles ven a Camps más desnudo que nunca.
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