Estafados y engañados
Con motivo de la concentración llevada a cabo el pasado día 25 ante el Congreso de los Diputados, hemos tenido que escuchar frases o palabras tan lamentables y desafortunadas como la pronunciada por el Secretario General del Sindicato Unificado de la Policía (SUP) cuando refiriéndose a la actuación de sus compañeros destacados en la zona de Neptuno, en Madrid, dijo aquello de “Leña y punto”. Posteriormente, ya el día 26 otro dirigente del mismo sindicato dijo que las fuerzas de seguridad del Estado habían actuado en defensa de la Democracia y del orden constitucional, ante esta afirmación solo me queda preguntar que es lo que defendía la policía cuando en la época franquista cargaba contra los estudiantes. ¿Defendía el Fuero de los Españoles? A nadie se le escapa que las fuerzas policiales son un instrumento de “disuasión” que actúan al dictado del Gobierno. Esa es la realidad. Lo lamentable de todo esto es que gozando las fuerzas del orden, como gozan, de la simpatía de la inmensa mayoría de los españoles, entre los que me encuentro, algunas de sus actuaciones en lo que respecta a movimientos o manifestaciones ciudadanas queden empañadas porque en sus filas, al igual que en las de los manifestantes, hay elementos descontrolados, que los hay, no hay más que ver el ensañamiento que algunos policías ponen en juego a la hora de dar palos con sus porras, ahí están las imágenes. Eso es irrefutable. Lo lamentable es que Rubalcaba dejó el prestigio de la policía en lo más alto y el actual ministro del Interior, Jorge Fernández, lo ha echado por los suelos en unos pocos meses. Pero ¡que paradojas tiene la vida! se ha dado la circunstancia de que el mismo día 26, el siguiente a los sucesos ante el Congreso, en que el Gobierno felicitaba a las fuerzas del orden público por su actuación, se anunciaba que los Presupuestos Generales del Estado contemplan una congelación en los salarios de los funcionarios, y los policías lo son, para el próximo año 2013. ¿Les premiaba? Menos felicitaciones y más cuidado en jugar con el poder adquisitivo de los funcionarios que de confirmarse esta congelación sitúan esa capacidad adquisitiva en la misma medida en que estaba en el año 2000. Una cosa si debería aclarar el ministro del Interior y esta no es otra que explicar que hacían agentes policiales de paisano infiltrados entre los manifestantes, aunque esto no es nada nuevo, siempre se ha hablado de que esto suele suceder, como siempre se ha dicho que la misión de estos infiltrados es la de promover el enfrentamiento.
Lo malo de todo esto es que se prevé un futuro en que estas movilizaciones o manifestaciones callejeras van a ser, con mayor o menor presencia de gente, una constante, la gente se siente estafada y engañada. Multitud de ciudadanos tachan a Mariano Rajoy de mentiroso y estafador, se siente engañados por este que prometió mejoras con el solo objeto de ganar las elecciones, mejoras para los ciudadanos que ha incumplido de forma escandalosa ya que está haciendo todo lo contrario de lo que prometió hacer. Los españoles no olvidan las palabras de Rajoy cuando afirmaba que todo se solucionaba con un cambio de Gobierno. El presidente del Gobierno ha felicitado a esa mayoría de españoles que no salen a la calle, creo que se excede el presidente a la hora de repartir felicitaciones, no sabe que esa mayoría acabará lanzándose a la calle. No había tales felicitaciones cuando era el PP el que convocaba a las manifestaciones para protestar contra el Gobierno de Zapatero, en aquellos tiempos Rajoy incitaba a la protesta callejera. Recordemos cuando el 1 de junio de 2006 decía en la Cope aquello de: “Lo tengo muy pensado, mi partido es el que moviliza a todas las manifestaciones. Es el que respalda, moviliza y las llena”
Son muchos los que creen que Mariano Rajoy saldrá de la Moncloa no por las urnas sino, y no deseo que esto pudiera llegar a suceder, a “gorrazos” o de una buena patada en su trasero. La gente está indignada y no entiende que aquel al que consideran un estafador mentiroso esté al frente del Gobierno, porque es innegable que Rajoy mintió y esa mentira se ha convertido en una estafa tanto para los que creyendo en sus promesas le dieron su voto, como también para aquellos otros que votaron otras opciones. Rajoy les ha fallado a los españoles de forma escandalosa y que raya en la mofa y eso la gente no lo perdona. Es evidente que Rajoy, independientemente de que en unos próximos comicios los votantes del PP sigan dando su voto a estas siglas, no goza de la confianza de nadie. Él mismo ha reconocido públicamente en varias ocasiones que está haciendo lo contrario de lo que dijo pero ese reconocimiento no le exculpa ni le excusa de haber mentido.
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