¿Gandules y peseteros?
Después de estar sorprendido desde hace mucho tiempo, no acabo de explicarme como las asociaciones y sindicatos que dicen defender a los funcionarios, jueces, fiscales, profesionales de la medina, de la enseñanza y resto de funcionarios de otras áreas de la Administración Pública, no han puesto a más de un miembro del Gobierno ante los tribunales de justicia para defender su dignidad y honorabilidad profesional, y hasta personal, ante los continuos insultos y vejaciones de que de forma constante están siendo objeto por parte de ministros y altos cargos, orgánicos e institucionales, del Partido Popular.
Cuando los profesionales de la enseñanza inician cualquier “movida” para evitar el deterioro de la educación pública lo mejor que de ellos dicen desde esos estamentos del poder, que lo que tienen que hacer es trabajar más y que se mueven por intereses económicos, en definitiva y hablando en román paladino, que según los que gobiernan los maestros son unos gandules peseteros que no dan golpe. Otro tanto ocurre con los profesionales de la sanidad pública, sobre ellos recaen los mismos calificativos, al igual que con el resto de los funcionarios, de los que han llegado a decir que se pasan la jornada tomando café y leyendo el periódico. Ahora les está tocando a los jueces por protestar contra la reforma y las tasas judiciales impuestas por ese “progre” conocido como Gallardón, si, ese del que los votantes de izquierdas decían que no tendrían inconveniente en darle su voto, ¡menudo progre, bien que nos está jodiendo! Los jueces al margen de considerar inconstitucionales algunas de esas reformas, centran su protesta en las tasas judiciales que hacen que al amparo de la Justicia solo puedan acudir los ricos. Gallardón dice que están “cabreados” porque se les han quitado días de libre disposición y la paga extra de Navidad. O sea, que según ha dicho Gallardón se mueven por intereses económicos. Vamos, que para el ministro de Justicia son también unos peseteros. La verdad es que no entiendo como a este ministro, y otros, entre ellos al de Educación, no les han plantado ya ante un tribunal.
Si de gandules y peseteros se trata, se podría pensar, mejor dicho preguntarse, si esos diputados nacionales del PP y a la vez concejales del Ayuntamiento de Madrid que han decidido cobrar de las arcas del Ayuntamiento porque cobran más que en el Congreso ya que como concejales cobran 85.000 euros anuales, más de lo que percibirían en la Cámara Baja lo son. ¿Defienden estos sus intereses económicos o no? A este respecto nada hay que decir, cada cual defiende lo que considera que es suyo de la forma que mejor lo considere, es muy lícito, pero que no se trate peyorativamente a unos funcionarios del Estado y no se les dé el mismo trato a esos “padres de la patria”. Padres que no son muy ejemplares que digamos. Por otro lado tenemos el caso de un exalcalde de Castellón, del Partido Popular, que según los medios de comunicación, está cobrando 55.000 euros anuales por un proyecto fantasma como es el caso de una actividad en la virtual Ciudad de las Lenguas. Si esto es cierto, uno puede llegar a preguntarse si esto no es una clara demostración de percibir unas retribuciones económicas por no hacer nada. Todo esto hace que cualquier ciudadano se pueda preguntar que donde están realmente los gandules y los peseteros.
Lo que yo saco en conclusión de todo esto es que en el PP no se ven su espalda, ven la paja en el ojo ajeno y no la viga en la suya, lo que no entiendo es cómo las asociaciones y sindicatos que dicen defender los intereses de los funcionarios se muestran tan permisivos y no acuden al amparo de la Justicia. No me lo explico.
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