Hacia una España Mejor

lunes, marzo 11, 2013

¿Rojos, borrachos y famélicos?

Cuando el pasado 15 de febrero leía en este diario las declaraciones del concejal de Educación, Daniel McEvoy, no daba crédito a lo que acababa de leer, en mi opinión no se puede insultar ni descalificar a las personas por su supuesta tendencia ideológica como hacía McEvoy, así lo interpreto yo, para argumentar los motivos por los cuales ha “plantado” en la calle a la Federación Local de APAs. Decía McEvoy, que el Ayuntamiento “no tiene ninguna obligación de proporcionar a esta sociedad ningún local” añadiendo que “de igual modo tampoco tenemos obligación de darles subvención alguna”. Quiero recordarle al concejal que al igual que a la FAPA los anteriores gobiernos locales franquistas primero y socialistas después, proporcionaron a los padres y madres de alumnos un local, también los socialistas proporcionaron de forma gratuita una nave de propiedad municipal para que la Junta Mayor de Cofradías tuviera depositados allí sus tronos de la Semana Santa y que también el Ayuntamiento da y sigue dando subvenciones, a la Junta, hasta 2011, gobierno local socialista 17.000 euros anuales y para 2013, gobierno local del PP, 25.000 Euros. Nada que objetar a esta cesión del local ni a las subvenciones, la actividad cultural de la Junta de Cofradías motiva la salida de miles de miles de ilicitanos a la calle, como la Asociación de Moros y Cristianos también y la Gestora de Festejos Populares “sacan” a la calle a miles de personas, pongo como ejemplo la “Charanga” y sin embargo para este año 2013 el Ayuntamiento les ha rebajado la subvención económica. Por tanto queda claro que la Federación de APAs tiene derecho a local y a subvención, la última concedida fue de 16.000 euros, que por cierto no le han sido pagados y no de 50.000 como afirma el concejal, porque aglutina a miles de familias ilicitanas. Lo digo por “aclarar conceptos”. Decía el concejal que él se pregunta qué es lo que prefieren los padres comedor y calefacción o subvenciones a una asociación que además es sesgada ideológicamente”. Yo le respondo: Lo que los padres quieren es que sus hijos tengan calefacción y comedor pero que se los proporcione el Gobierno valenciano, el PP, porque esto es de su competencia y que los dineros que el Ayuntamiento ha empleado en estas instalaciones se destine a ayudar a las asociaciones culturales, deportivas, educativas, de tipo social y asistencial o de cualquier otra naturaleza, de nuestra ciudad y no a tapar las faltas del Consell. El concejal describía las actividades de la Federación desahuciada como “comidas bebidas y fiestas” y critica las manifestaciones públicas de los padres de alumnos incidiendo en que están ideologizadas y que se gastan el dinero en “coca con sardina y cerveza”. Cualquier persona, cualquier ilicitano, puede llegar a creer que los que se hallan integrados en esa Federación son una panda de “rojos, borrachos y famélicos”. Puestos así alguien podría pensar que los de la Junta de Cofradías se gastan el dinero en misas, lo cual, evidentemente, no es cierto, como no lo es lo de la Federación. El concejal McEvoy no pudo estar más desafortunado, sus palabras han sido criticadas y censuradas por personas muy próximas al Partido Popular. La Federación de APAs fue creada en 1974 y tuve el honor de ser su presidente durante algunos años. Eran tiempos difíciles: Las APAs nacieron durante el franquismo y en ellas estábamos integrados ciudadanos con distintas tendencias ideológicas, pero había una ideología común: Nuestros hijos y un objetivo común: Mejorar la Educación Pública, lo que cada cual pudiera pensar a nivel personal se lo dejaba en su casa. Hoy los padres de alumnos salen a la calle a hacer públicas sus peticiones, en otros tiempos no se podía pero agudizábamos el ingenio para lograr algunos avances y se iban consiguiendo cosas. Creo que se ayudó bastante a abrir puertas y sobre todo las de los colegios públicos para permitir que dentro de ellos los padres pudiéramos exponer nuestras inquietudes y nuestros puntos de vista. Esos a los que se acusa de “comer coca con sardina y beber cerveza” y de estar siempre de “fiesta” tienen la misma ideología y persiguen los mismos objetivos que los que de alguna forma fuimos los pioneros que iniciamos la “exploración” de unos terrenos cuyo acceso a ellos, participar en la educación y formación integral de nuestros hijos, nos estaba vetado. Su ideología es la misma de hace cuarenta años: Sus hijos, y sus objetivos la mejora constante de la calidad en la enseñanza pública. Lo dicho por McEvoy no lo “mejora” ni el ministro Wert.