El país en el que habito
Miro a mí alrededor y observo entre perplejo y escandalizado las cosas que suceden en el país en el que habito, España. Ante esto voy a citar en primer lugar el caso de esa madre de la alicantina población de Benejúzar que roció con gasolina y prendió fuego al violador de su hija lo que produjo la muerte de este individuo. Los tribunales condenaron a esta mujer a cinco años de cárcel. El abogado de esta madre pidió el indulto y el Consejo de Ministros se lo denegó, lo que dio lugar a que la fiscalía solicitara el inmediato ingreso en prisión de esta mujer. Esto me ha recordado al kamikaze de la A-7 que circulando por dirección contraria provocó un accidente que mató a un joven y produjo graves lesiones a su novia que le acompañaba. El kamikaze fue condenado a 13 años de prisión, pero el Consejo de Ministros le indultó quedando la pena reducida a una multa de 4.200 euros, una sanción que venía a poner de manifiesto lo “barato” que puede resultar circular por donde a uno le dé la gana atropellando a todo el que se le ponga por delante, a más de dejar bien claro lo que vale la vida de una persona a la vista del indulto del Gobierno. Según rezaba en el contenido de los informes que para conseguir el indulto se acompañaron a la petición, se puede decir que el indultado no se merecía pagar una multa de 4.200 euros sino que por el contrario deberían haberle condecorado. Uno de los atenuantes que el Gobierno tuvo en cuenta fue tomar en consideración el episodio de epilepsia que alegó el abogado del condenado. Se tuvo en cuenta hasta el menor detalle, entre ellos el de la epilepsia, pero sin embargo no se ha tenido en cuenta el estado mental y emocional de esa madre, cuya hija fue violada, a la hora de concederle el indulto y se le denegó, lo que motivó le extrema diligencia de la fiscalía de pedir su inmediato ingreso en prisión.
Estamos presenciando últimamente algunas actuaciones de la Fiscalía que nos tienen a todos tan asombrados como confundidos. Estamos viendo como la Fiscalía sale en defensa de personajes presuntamente sospechosos de haber cometido uno o varios delitos como es el caso de la Infanta Cristina o como la Fiscalía declara que no ve delito en la venta de preferentes de Bankia, una gran estafa legal mediante la cual se ha despojado a miles de modestos ahorradores de sus ahorros acumulados con gran sacrificio a lo largo de toda su vida. En el caso de la Infanta no hay antecedentes de que la Fiscalía haya salido en defensa de algún sospechoso. Y en el caso de Bankia y en mi modesta opinión, se emite un pronunciamiento que solo contribuye a reforzar la legalidad de las prácticas torticeras, las mentiras y los engaños, que se produjeron en la mayoría de los casos a la hora de colocar esas “preferentes” que no hacían más que dar “preferencia” a una estafa legal, repito, y a jugar con el futuro de muchos personas mayores para las cuales ese dinero significaba el poder disfrutar de un bienestar en sus últimos años de vida. Bienestar que con esa estafa legal se ha ido a través del retrete, y digo retrete y digo bien, porque eso de las “preferentes” era una verdadera mierda.
Sí, este país en el que habito es un paraíso para muchos políticos totalmente carentes de sentido ético que nunca son responsables de nada y para los corruptos ya sean políticos o simples civiles. No voy a citar los casos de corrupción porque a diario los tenemos presentes en los medios de comunicación que a algunos les puede parecer que se repitente mucho, pero que están llevando una labor digna de elogio en tanto en cuanto están contribuyendo a que muchos no se puedan “escapar” aprovechándose del silencio. En lo ético voy a destacar el caso del “entrenador” del presidente de la Generalitat Valenciana, Alberto Fabra, al cual había contratado por 20.000 euros al año a fin de que le adiestrara para ser un líder, un líder ¿en qué? ¿En gastarse el dinero de los contribuyentes para mejorar unas aptitudes de las que carece totalmente? El hombre, al verse pillado ha dicho que ese gasto va a ser asumido por él, ahora, ahora que le han pillado. ¿Qué hubiera ocurrido si la cosa no sale a la luz pública? Qué cosas tiene la vida, mientras un universitario se las ve y se las desea para poder pagar la matrícula en la Universidad, el presidente de la Generalitat dispone de 20.000 euros para contratar a un “forjador” de líderes. Este es el país en el que habito.
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