La comadre Pascuala
El pasado 29 de julio este diario publicaba una tribuna firmada por la alcaldesa, Mercedes Alonso, titulada “De la confrontación a la colaboración”. La alcaldesa parecía querer referirse a que desde que ella ocupa la alcaldía existe un mejor entendimiento entre el Ayuntamiento y la Generalitat. Desde 1995, año en que el Partido Popular ganó las elecciones autonómicas, yo no he visto, jamás, que por parte del Consistorio ilicitano, gobernado por los socialistas hasta 2011, haya habido la más mínima intención de entablar una confrontación con la Generalitat, lo que si se ha hecho ha sido reivindicar la importancia de Elche y con arreglo a esta notoriedad pedir lo que en justicia se consideraba que correspondía a los ilicitanos. Esa ha sido la situación real de las relaciones entre Ayuntamiento socialista y la Generalitat, por una parte, la del Ayuntamiento, se ha reivindicado y por otra, la de la Generalitat, se ha marginado de forma constante a Elche y por tanto a los ilicitanos.
Ahora nos sale la alcaldesa intentando hacernos creer que con el PP gobernando en Elche y también en la Comunidad Valenciana, existe un mayor entendimiento y por tanto una mejor colaboración, deshaciéndose en alabanzas hacia el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, pero no lo hace con la intención de demostrar esa entente cordiale que según ella se da, no, lo hace por puro “peloteo”. Ella es consciente de que ha habido una confrontación muy directa entre ella misma y Fabra en todo el asunto del nombramiento del nuevo dirigente de IFA y que a Fabra le ha sentado muy mal que haya sido elegido el apoyado por Mercedes Alonso y no el que el presidente deseaba que fuera nombrado. Con dicha tribuna la alcaldesa intentaba suavizar el duro varapalo que le ha propinado a Fabra y ella es consciente de que en política este tipo de cosas al final se pagan muy caras y por tanto lo que procede es aplicar “cataplasmas” en la parte dolorida por ver de corregir el daño tanto político como de imagen que ha sufrido Fabra. Ahora sí se puede afirmar con toda certeza que entre quien preside el Ayuntamiento ilicitano y la Generalitat ha habido una seria confrontación.
Para magnificar las atenciones de Fabra hacia Elche, Alonso señalaba en su tribuna que este ha asistido al Misteri, ha visitado el Parque Natural de El Hondo y el Parque Empresarial, ha inaugurada la Jefatura de la Policía Local, el centro de Alzheimer o el Parking de la Plaza de la Aparadora, estas tres obras comenzaron cuando gobernaban en Elche los socialistas, ha abierto el año académico de la Universidad Miguel Hernández, se ha reunido con los empresarios de Elche y ha dejado patente en todas esas visitas su interés y preocupación por Elche y por los ilicitanos. Bueno, vale ¿y qué más? Lo que sí es cierto es que Fabra siempre ha venido a Elche con el capazo vacío. Recuerdo que la comadre Pascuala, la madrina de mi madre, siendo yo un crío venía todos los años a visitarnos desde Catral cargada con una cesta llena de esas pequeñas pero sabrosas peritas, las conocidas como peras de san Juan, y al margen de que se trataba de una fruta exquisita había un factor muy importante que hacía el que la comadre Pascuala fuera recibida por mí con gran alborozo, esa factor era el hambre, la necesidad, eran años muy malos, pero Fabra viene a Elche con la cesta vacía, más exactamente venía y viene sin cesta. La realidad es muy distinta, la realidad no es otra que esa colaboración que magnifica la alcaldesa se traduce en que (Ver el Diario INFORMACIÓN 29-07-13) la aportación de la Generalitat al Ayuntamiento de Elche en 2012 fue un 35% menor que en 2010 y que de los 3,1 millones de euros comprometidos por la Generalitat el 2012, a fecha de 31 de diciembre del pasado año, solo había pagado 401.705 euros, o lo que es igual solo un 13% del total. Esto ha sido reconocido por el concejal de Hacienda, Manuel Latour, que ha manifestado que esto está generando problemas de liquidez al Ayuntamiento. Deja problemas de liquidez por el hecho de que este dinero es para cubrir el costo de los servicios que son competencia de la Generalitat y a las cuales, por la morosidad de la Generalitat, tiene que hacer frente el Ayuntamiento.
Esta es la realidad. La colaboración es virtual, me refiero a la económica, y la confrontación es real por atreverse la alcaldesa a dejar en evidencia el poder del presidente de la Generalitat y presidente de su partido en la Comunidad Valenciana. Fabra puede venir a Elche cuando guste pero eso sí, con la cesta colgando del brazo y llena de “peritas de san Juan” como lo hacía la comadre Pascuala. Muchos son los cargos políticos tanto del gobierno autonómico como del central que se han “paseado” por Elche cogidos del brazo de la alcaldesa pero todos ellos han venido con la cesta vacía.
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