Eliminar a Zapatero
Cuando uno oye expresiones tales como “defenderé la bandera aunque pongan el grito en el cielo” (Rajoy 13-10-2007). Cuando, además, otros dirigentes del PP como es el caso de Mayor Oreja, se manifiestan a través de los medios de comunicación negándose a responder al franquismo diciendo: “¿Cómo voy a condenar lo que representaba a un sector muy amplio de los españoles?” y “que hubo muchas familias que lo vivieron con naturalidad y con normalidad”. Cuando se escuchan tales palabras y si a esto le añadimos el que los dirigentes del PP van buscando más la confrontación en lo personal que en lo político como es el caso del esquizoide Vicente Martínez Pujalte, cuando en el Congreso de los Diputados replicó extemporáneamente a Jesús Caldera, ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, al decir este, en la sesión de control al Gobierno que tuvo lugar el pasado día tres, que el PP había actuado de mala fe criticando al Gobierno por el aumento del paro en el mes de agosto, el desequilibrado mental de Martínez Pujalte, le espetó: “Para mala fe, tu padre”. Y si llegamos ya al extremo de cuestionar la existencia de un político al decir Vidal Quadras que “la propia existencia de ZP es un insulto para este país y hay que reaccionar ya” sin aclarar en que aspecto, si como político o como persona, debería dejar de existir, esto es algo que sí, que debe preocuparnos mucho a los españoles. Esto me recuerda a la chulería de los jóvenes, y no tan jóvenes, joseantonianos y al renacimiento de la violencia verbal sin ningún tipo de respeto a las personas y a lo que estas representan y en cambio quieren dar fe pública de su respeto a la bandera cuando no respetan a los que esta ampara, es decir, a todos los españoles, arrogándose la propiedad de los símbolos y acabando por arrogarse la propiedad de las libertades como consecuencia de esa creencia de que los símbolos de la patria les pertenecen única y exclusivamente a ellos.
Entre lo que representa a los españoles se halla la Monarquía encarnada en la persona de Juan Carlos I sobre el cual han tenido la desfachatez de declararse sus mas firmes valedores cuando es por todos sabido la forma en que el Gobierno de Aznar ninguneó al Rey hasta el extremo de ponerle en ridículo al entregarle un discurso, que leyó, cuando este había sido leído anteriormente por Aznar. La derecha le maltrató y ahora lo sigue haciendo a través de los medios de comunicación que esta controla.
Ante esta serie de hechos, todos muy preocupantes, repito, es de esperar que los españoles reaccionen de modo y forma que, no digo la derecha, pero si a los que en este momento la representan, no tengan posibilidad alguna de gobernar. Aquí no se trata de cuestionar la existencia de nadie como lo hace Vidal Quadras. Aquí de lo que se trata es de poner a cada cual en el sitio que le corresponde.
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