Rajoy, el Rey

El pasado miércoles día diez, los españoles tuvimos ocasión de presenciar en los distintos telediarios de la noche, lo que en mi opinión fue un acto patético, ridículo, esperpéntico y de esos que al propio tiempo que te hacen sentir vergüenza ajena sientes lástima por el protagonista de ese hecho que ha propiciado el que hayas podido experimentar esos tres sentimientos.
Todos los que presenciamos la aparición de Mariano Rajoy, solemnemente sentado y con la bandera española detrás, dirigir un mensaje institucional a los españoles exhortándonos a ser felices y a disfrutar del Día de la Hispanidad, en los tiempos en que gobernaba Franco apoyado por la derecha se le conocía como el Día de la Raza, más bien se referían a los arios, al “macho” español, creo que todos los que lo vimos esa escena nos acordamos de la ardorosa defensa que desde el PP, con Rajoy al frente, se hace de la Monarquía y por ello nos sorprendió el ver con que facilidad, con que soltura y sobre todo con que frescura, se suplanta la figura del Jefe del Estado, del Rey, aunque para los hermanos Bush, Aznar ya era el Jefe del Estado español. La verdad es que presenciando la puesta en escena y viendo la pose de Rajoy y escuchando sus palabras, tuve la sensación de estar presenciando los delirios de grandeza de un pobre tarado mental.
No se si fue pura casualidad, o fue la forma elegida por Rajoy, para contribuir a la celebración, pero ese mismo miércoles día diez de octubre se celebraba el Día Mundial de la Salud Mental.