Hacia una España Mejor

miércoles, noviembre 07, 2007

Incumplimiento de las leyes

Yo, pobre ciudadano de a pie, siempre había creído que los políticos deberían respetar las leyes aprobadas democráticamente por un Parlamento elegido democráticamente y por tanto con plenos pode
res para legislar, pero ahora veo que no, que hay políticos que dan el mismo tratamiento a una ley que a una oferta electoral, es decir: las hacen pero no las cumplen.
Puedo entender, nunca compartir, que en aquellas comunidades, diputaciones y ayuntamientos gobernados por el Partido Popular se haga caso omiso a las leyes promulgadas por el Gobierno de José Luís Rodríguez Zapatero. Se han pasado por el “forro” la Ley Orgánica de la Educación y la Ley Antitabaco, cosa que, sin duda alguna, continuará con la Ley de la Memoria Histórica. Otro tanto están haciendo con la asignatura de Educación para la Convivencia. Lo que no entiendo, ni puedo entender es que se nieguen a poner en marcha allá donde gobiernan la Ley de Dependencia, como es el caso de Esperanza Aguirre en la Comunidad de Madrid y la de Francisco Camps de la Comunidad Valenciana y, casi seguro, lo será del resto de las comunidades gobernadas por la derecha.
El que se desobedezcan las leyes es grave, eso va más allá de la libertad de los ciudadanos ya que en un país democrático donde las leyes no se respetan, y por tanto no se cumplen, se convierte un país conformado por una sociedad que está más próximo a la anarquía donde la degradación del orden propicia el deterioro de la buena convivencia y por tanto el bienestar de sus gentes.
¿Cómo alguien puede negarse a desarrollar el contenido de una ley como la de Dependencia? Esta ley es una norma de contenido estrictamente humano. Es una ley que solo busca el bienestar de las personas, de todos aquellos que se encuentran en una situación cuasi de abandono, o de abandono total, por sus circunstancias personales y familiares, bien sean por su edad o por su incapacidad para desenvolverse por sí solas. Es una ley que quiere acabar con la trágica soledad de muchas personas cuyo final es morir sin tener a nadie a su lado, después de que sus últimos días hayan degradado su calidad de vida hasta el extremo de afectarles en su dignidad. Es una ley que solo pretende que las personas vivan digna y decentemente y que la sociedad tenga en cuenta a todos aquellos que dentro de sus limitaciones físicas o de cualquier otra naturaleza para que puedan disfrutar de unos medios que les haga más llevadera su existencia, por que una sociedad que no tiene en cuenta a aquellos más desvalidos es una sociedad abocada a la autodestrucción de sus valores humanos y morales por que nadie está libre de, en cualquier momento de su vida, encontrarse en una situación que precise de la ayuda de los demás.
No, no entiendo que desde la derecha no se respete esta ley, lo que si tengo claro es que esta actitud es propia de sectarios que en absoluto están legitimados para ocupar unos cargos públicos que dicho sea de paso les sirven para vivir muy bien. Tanto en el presente como en el futuro. A los demás que les den. Menuda gentuza.