Hacia una España Mejor

viernes, abril 04, 2008

¿La Justicia bajo mínimos?

Los españoles estamos asistiendo a todo lo que se viene desarrollando alrededor de nuestro sistema judicial con bastante asombro y por que no decirlo también, con una cierta decepción.
Los españoles no acabamos de entender muy bien porque cuando el PP accedió al gobierno de España hubo renovación del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Constitucional y cuando esa renovación ha cumplido el ciclo para el cual fueron renovadas estas dos instituciones, nos encontramos con que no se pueden renovar. Algo que puede haberse explicado por activa y por pasiva pero que no acabamos de entender muy bien el porqué de la imposibilidad de esa renovación.
Los españoles estamos siendo espectadores que alucinan ante lo que ha ocurrido con la sentencia del Tribunal Supremo condenando a cárcel a “los Albertos” y que el Tribunal Constitucional ha revocado por considerar que los delitos cometidos habían prescrito. Otro tanto nos ocurre a los españoles cuando vemos como a pesar de que el juez que entiende en el caso de Juan Antonio Roca, manifiesta su temor de que existe un alto riesgo de fuga por parte de Roca y sin embargo le concede la libertad provisional bajo fianza. Es cierto que ya lleva dos años en prisión preventiva pero cierto es también que el fiscal anticorrupción Juan Carlos López Caballero, solicitó en la vista celebrada el pasado día 27 de febrero ante el titular del Juzgado de Instrucción número 5 de Marbella que Roca cumpliera el plazo máximo de cuatro años de prisión preventiva permitido (Diario LA VERDAD 29-03-08). Si nos paramos a pensar en lo ocurrido con el presunto asesino de Mari Luz Cortés, Santiago del Valle, los españoles ya comenzamos a desconfiar del sistema judicial, eso es vox pópuli, y no creo que haga falta añadir más comentarios a este caso en concreto. Cito estos tres casos por ser los más recientes. Podría hablar de muchos otros.
En mi opinión creo que no es muy edificante lo que está ocurriendo con la no renovación del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Constitucional y habrá que preguntarse si esto tiene algo que ver con el hecho de que la Justicia ande dando tumbos de forma tan lamentable, ofreciendo un espectáculo esperpéntico que no hace más que arrastrar una considerable pérdida de credibilidad y de causar enorme preocupación a la sociedad. En ocasiones se habla de hechos y casos que pueden crear alarma social. La Justicia puede estar incubando el que esa percepción se haga extensiva a ella. En mi opinión el sistema judicial español está bastante tocado y hay que hacer todo lo posible para que vuelva a gozar de la confianza de los españoles.