El deseado consenso

Creo que en el ánimo de todos los españoles de bien subyace el deseo de que en la legislatura que va a dar comienzo después de las elecciones celebradas el pasado día 9, se de finalmente paso a ese consenso tan necesario para que los grandes retos que tiene España en lo social, en lo económico y en todo aquello que ayude al desarrollo y al bienestar de los españoles sea tangible.
Está claro que el que va ser presidente del Gobierno, José Luís Rodríguez Zapatero, va a intentar dialogar lo que haga falta y más con el principal partido de la oposición presidido por Mariano Rajoy, para lograr alcanzar los acuerdos necesarios para que ese progreso se pueda dar y que España funcione adecuadamente, buena prueba de ello es el nombramiento como portavoz parlamentario del ex ministro de Defensa, José Antonio Alonso, un hombre dialogante, sin que esto quiera decir que su antecesor, López Garrido, no lo hubiera sido, pero Zapatero parece dispuesto a conseguir acuerdos con el PP para llevar a España al lugar que se merece dentro del concierto europeo y mundial.
A mi personalmente me gustaría ser optimista a este respecto. Pero no puede olvidar que en estos cuatro últimos años, o sea, toda la legislatura anterior, la derecha ha estado reivindicando el diálogo y el consenso, pero a la hora de la verdad lo único que aceptaba para llegar a acuerdos era que sus propuestas y aportaciones primaran sobre las del Gobierno. Esto no es consenso ni nada que se le parezca, eso es intolerancia, y yo tengo muy claro que el PP no va a pasar de la intolerancia a la transigencia ni tampoco a aceptar nada que no incluya la aceptación de la totalidad de sus planteamientos sobre cualquier asunto.
La derecha española es la que es. La que siempre fue y será. La derecha española no se parece en nada, ni por asomo, a la derecha de otros países integrados en la Unión Europea, una derecha moderna, moderada, dialogante, progresista y abierta a los necesarios cambios sociales. La derecha española, es la derecha de siempre, reaccionaria, extremada, contraria al diálogo, conservadora y cerrada ante cualquier cambio social por necesario que este sea. Rajoy ha dicho que es Zapatero quien tiene que mover ficha, que ellos ya hicieron en la anterior legislatura varias propuestas, todos sabemos las que son y como fueron planteadas, por citar alguna mencionaré su postura ante la lucha antiterrorista que por lo que se puede deducir de lo dicho por uno de sus portavoces, Ignacio Astarloa, después del coche bomba que explosionó en Calahorra, va a seguir siendo la misma. Para muestra basta con un botón.