Hacia una España Mejor

martes, marzo 11, 2008

¿Zapatero, dimisión?


¡Zapatero, dimisión! gritaban en la sede del PP al saberse los resultados electorales del pasado domingo. Esta petición de los militantes del PP tiene una lectura, podrá tener muchas, pero yo me quedo con que el contenido de esa demanda al líder socialista tiene mucho que ver con que en el PP se han dado cuenta de que la única forma de que Rajoy pueda acceder a la jefatura del Gobierno de España es la de que Zapatero dimita y se retire de la actividad política. En definitiva, que se han dado cuenta de que Rajoy no es rival para Zapatero. En mi opinión, ni para Zapatero ni para nadie.
Pero puestos a hablar de dimisiones yo creo que aquí la dimisión que se corresponde exigir, más que pedir, es la de Mariano Rajoy. El presunto líder del PP no solamente perdió las elecciones del 14 de marzo de 2004, no, perdió también el Gobierno de España que desde 1996 estaba en manos del PP. Pasó de tener la mayoría absoluta a estar en la oposición. Ahora, sí. Ahora sí ha perdido unas elecciones y si le añadimos la debacle que sufrió el PP en el 2004 con Rajoy como cabeza de lista, la cosa es para dimitir. Pero claro eso de las dimisiones suelen hacerlo los que tienen dignidad o son conscientes de sus limitaciones para acceder, nada más y nada menos, que a la presidencia del Gobierno España y poder desarrollar el cometido inherente al cargo con la eficacia que el mismo exige.
Pero no para ahí la cosa, no. Rajoy es el culpable de haber medito en la lista a un señor que ha demostrado ser un impresentable para la vida pública, en este caso política. Al que solo se le ocurre irse a Girona y en una reunión con empresarios catalanes decirles a estos que eran unos “sablistas”. O decir que “lo que yo quiero es que en Andalucía la gente se ponga a trabajar”. Eso sin contar el resultado que este “bluf” al que Rajoy apoyó, obtuvo en su cara a cara con Pedro Solbes. También es responsable de haber metido en su lista a Ana Mato, que lo más llamativo que hizo durante la campaña electoral, fue decir que “los niños andaluces son unos analfabetos”.
Con lo dicho por Pizarro y Ana Mato, no se por que puede haber personas a las que le haya extrañado el fuerte varapalo que el PP ha sufrido en Cataluña y Andalucía, comunidad esta última donde además mantuvo como cabeza de lista a Javier Arenas, que debe estar sufriendo el “síndrome Chaves” ya que ya van siendo incontables las veces en que al pobre Arenas lo ha mandado Chaves a la oposición.
Dicen que el dolor suele alterar el comportamiento de las personas y que en ocasiones estas suelen perder el raciocinio. Debe ser verdad por que si no sería inexplicable el que pidieran la dimisión de Zapatero, cuando debían exigir la de Rajoy.