Rajoy y la niña
Me he sentado frente al teclado con la intención de escribir algo sobre lo que me pareció el debate entre Zapatero y Rajoy y de inmediato he caído en la cuenta de que es lo que iba yo a decir que no haya pasado ya por la mente de millones de españoles.
No obstante y sin entrar a comentar las mentiras de Rajoy sobre ETA, sobre la agresión por parte de Zapatero, según afirmó Rajoy, a las víctimas del terrorismo, aquí Rajoy fue más allá de lo que hasta ahora venía criticando al Gobierno en materia antiterrorista, pasando de la sinrazón de tal crítica a la más reprobable infamia. Esto suele suceder cuando se entra en el terreno de la mezquindad y de la ruindad. Tampoco voy a entrar en lo del trasvase del Ebro. Rajoy dejó bien claro que si gana las elecciones y gobierna no hará dicho trasvase. Todo esto y alguna “genialidad” más de Rajoy, solo sirvió para que este se auto descalificara y para deteriorar su imagen si es que le queda algo de ella. Tampoco voy a decir nada sobre lo que dijo el presunto líder del PP sobre su apoyo al Gobierno en cuestión de terrorismo. Ni tampoco en la contradicción en que cayó cuando habló de que el Gobierno de Aznar dejó a ETA poco menos que en nada y sin embargo le achacaron el atentado del 11-M. Manda carajo.
Son embargo sí quiero decir algo sobre la patética metáfora de la niña, a la que le prometía trabajo para sus padres y una vivienda digna. Hace falta valor para dirigirse a una niña desde el engaño y la mentira. ¿Cómo es posible que prometa a los niños una vida llena de bondades cuando aquí, en la Comunidad Valenciana, el PP no construye escuelas y tiene a más de 25.000 niños escolarizados en barracones de chapa comparables a los contenedores y a las chabolas? ¿Cómo puede intentar manipular, valiéndose de los niños para arañar un voto, cuando en la Comunidad Valenciana las últimas plazas de guarderías públicas las construyó el PSOE hace ya casi trece años? El PP no ha construido ni una sola plaza pública de cero a tres años. ¿Así es como quiere que los padres puedan conciliar su trabajo con el hogar, con la familia?
Cuando un político, como en el caso de Rajoy, apela y utiliza a los niños para auparse al poder es que a este le deben ir muy mal las cosas. Se puede intentar utilizar a los mayores que ya son suficientes para defenderse, pero manipular a los niños… Eso es despreciable y un político con semejante catadura moral no merece ni es digno de gobernar a los españoles.
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