¿Tenía razón Noel Clarasó?
¿Tendría razón Noel Clarasó cuando pronunció aquella frase en la que decía que “a veces es mejor pasar por tonto, que abrir la boca y demostrarlo”? Digo esto por que lo mejor que podía haber hecho Mariano Rajoy, a la vista de la decisión del Gobierno de Zapatero de destinar hasta 50.000 millones de euros para facilitar créditos a las empresas y garantizar con 100.000 euros los depósitos, era haber cerrado la boca, pero como la sorpresiva, para él, medida del Gobierno para ir corrigiendo las consecuencias de la crisis le dejó con la boca abierta. El pobre hombre en vez de cerrarla aprovecho la ocasión para decir dos cosas con las cuales nos ha dado la justa medida, muy justita, de su talla política y su capacidad (¿) para convertirse en un hombre de Estado.
En declaraciones a la COPE, hay que ver las tonterías que dice, o le obligan a decir, cada vez que se pone ante los micrófonos de la emisora de Rouco y Cía., Rajoy ha dicho refiriéndose al dinero, “que al final lo pone el conjunto de los contribuyentes españoles y no cae del cielo”. ¿Qué pasa? ¿Es que el dinero, si Rajoy estuviera al frente del Gobierno, lo iba a poner él o ese amigo de su guía y mentor, de Aznar, llamado George W. Bush? Es evidente que todo el dinero que posee el Estado no es de los gobernantes, es de los que lo aportan: de los ciudadanos. Por algo se habla del Tesoro Público. Otra cosa es la gestión, lo que se hace con ese dinero y queda muy claro que en esta ocasión, como en tantas otras, ha sido bien gestionado por el actual Gobierno de España.
Pero no acaban ahí las declaraciones de Rajoy, en la sacrosanta emisora, no. Rajoy ha dicho también que “hay que hablar de cual va ser el precio que se va a pagar por esos 30.000 o 50.000 millones, cuál va ser el plazo del préstamo a esos bancos y garantizar que sirve para dar dinero a las familias y a las pymes y no a tres o cuatro con nombres y apellidos”. Está claro que Rajoy cree que aún está gobernando a Aznar y que durante esos ocho de Gobierno en España se enriquecieron cuatro, alguno de ellos muy amigo de Aznar. No se ha dado cuenta de que eso se acabó el 14 de marzo de 2004. Rajoy, o bien está despistado o le ha traicionado su subconsciente
Yo creo que la frase del famoso escritor catalán se le puede muy bien aplicar a Mariano Rajoy.
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