Hacia una España Mejor

jueves, enero 08, 2009

Abierto 24 horas


En Elche, en mi ciudad, al igual que en Barcelona, Madrid, Murcia, Oviedo, Pamplona, Sevilla, Talavera de la Reina, Toledo y Valladolid, se ha abierto una capilla de adoración perpetua que estará abierta las 24 horas del día los 365 días del año. Esta iniciativa ha venido a cumplimentar la petición del Papa, Benedicto XVI, de crear estas capillas, “porque en la adoración está la ayuda que los cristianos necesitamos para la maduración de nuestra vida espiritual y de nuestras relaciones con los demás”.
Partiendo de que se puede pensar que el Papa tiene una buena perspectiva de “mercado” al ampliar el horario y los medios para la oración perpetua, no creo que esta novedosa decisión contribuya a erradicar las distintas “modalidades” de maldad que hay en este mundo, ni a desarrollar y mejorar el raquítico sentimiento de solidaridad existente en la actualidad, ni mucho menos a acabar con el hambre, la desigualdad y las guerras. No por mucho rezar el mundo va a ser mejor. Desde el nacimiento de Jesús hasta hoy, el mundo católico ha rezado en parte por miedo y en parte por convicción, pero, a la vista está, hemos ido a peor. Las desigualdades cada vez son mayores, hay mucha más gente que muere de hambre y hay guerras por todas partes y el sentimiento de solidaridad se nota que va a menos. Estamos en el mundo del ¡sálvese quien pueda! y eso no se arregla rezando. Con eso se acaba educando y formando a las personas para que actúen como tales y no como animales irracionales y enseñándoles lo que es convivencia, tolerancia, respeto y solidaridad, pero claro, cuando a algún Gobierno, caso del actual Gobierno de España, se le ocurre que hay que poner en práctica estas tareas formativas los hay que se oponen de forma radical, principalmente la Iglesia Católica.
Por lo visto el Papa está convencido de que hay que rezar más, que no se reza lo suficiente, que hay que rezar más para acabar con todos los males, morales y materiales, que afectan a la humanidad. A lo mejor si el Papa impusiera su autoridad moral en recriminar su negativa actitud a ciertos dirigentes políticos y que en lugar de adoptar estos una postura belicosa e imperialista tuvieran una actitud más pacifista, más humilde y más acorde con la realidad, el mundo iría mucho mejor.