Un jarro de agua fría
Aquel que diga que no sintió esa sensación está negando la evidencia. Cuando los medios de comunicación nos dieron cuenta de lo que se habló en la reunión entre el presidente Zapatero y los altos representantes de los bancos y de las cajas de ahorro, tuve la sensación de que a los españoles nos han echado un jarro de agua fría.
Los que tienen el dinero, bancos y cajas, no están por la labor. Han dejado bien claro que están dispuestos a demostrar, por si alguien aún tenía alguna duda, que quien manda es quien tiene el dinero. Está claro que después de lo hablado en dicha reunión que los que controlan el grifo por el cual fluye el dinero, mejor dicho, debería de fluir, no están dispuestos a arrimar el hombro. Me da la impresión de que han pensado que este es un buen momento para demostrar, una vez más, la supremacía del poder económico sobre el poder político. Creo, casi estoy seguro, que los banqueros están dispuestos a tensar la cuerda llegando hasta el extremo de no conceder créditos a las pequeñas y medianas empresas y como consecuencia de ello muchas van a caer. Otro tanto van a hacer con los créditos a las familias para poder adquirir una vivienda o un coche, elemento necesario para desplazarse al trabajo, no todos vivimos en Madrid o Barcelona donde existen transportes públicos que te llevan hasta los puestos de trabajo instalados en la periferia a gran distancia del núcleo urbano. En cuanto a la vivienda excuso señalar su necesidad. Esto acarreará más paro y más descontento en la calle, en la sociedad en su conjunto. Todo ello nos puede conducir a una situación de deterioro y de réplica social que puede provocar, todo es posible, unas elecciones anticipadas.
En mi opinión creo que la banca no quiere coadyuvar a poner al frente del Gobierno de España a Rajoy. La banca, como otros millones de españoles, no confía en Rajoy. De hecho la banca, sus altos ejecutivos, no “congenian” muy bien con los políticos. Sin embargo es fácil de intuir que la banca se ha dado cuenta de que este es un buen momento para poner a cada uno en su sitio y que la banca debe ocupar un lugar prominente de una vez por todas. Quieren compararse a la banca USA que desde hace mucho tiempo está, con toda claridad y relevancia, por encima del poder político en los Estados Unidos. No hay más que ver como los presidentes norteamericanos, todos, y Obama también, sino al tiempo, miman y protegen al Estado judío de Israel. No es por una cuestión geoestratégica sino por un hecho incuestionable: Hay que tener contentos a los judíos americanos que controlan la mayoría del dinero en los EEUU.
Esta claro: Los banqueros no quieren arrimar el hombro. “Soltarán” el dinero cuando ellos lo consideren oportuno y conveniente para sus intereses, pero dando la imagen, como siempre, de que lo hacen solo por el interés general y no por el propio. De momento, prefieren, como Nerón, ver el incendio desde lo alto.
Los que tienen el dinero, bancos y cajas, no están por la labor. Han dejado bien claro que están dispuestos a demostrar, por si alguien aún tenía alguna duda, que quien manda es quien tiene el dinero. Está claro que después de lo hablado en dicha reunión que los que controlan el grifo por el cual fluye el dinero, mejor dicho, debería de fluir, no están dispuestos a arrimar el hombro. Me da la impresión de que han pensado que este es un buen momento para demostrar, una vez más, la supremacía del poder económico sobre el poder político. Creo, casi estoy seguro, que los banqueros están dispuestos a tensar la cuerda llegando hasta el extremo de no conceder créditos a las pequeñas y medianas empresas y como consecuencia de ello muchas van a caer. Otro tanto van a hacer con los créditos a las familias para poder adquirir una vivienda o un coche, elemento necesario para desplazarse al trabajo, no todos vivimos en Madrid o Barcelona donde existen transportes públicos que te llevan hasta los puestos de trabajo instalados en la periferia a gran distancia del núcleo urbano. En cuanto a la vivienda excuso señalar su necesidad. Esto acarreará más paro y más descontento en la calle, en la sociedad en su conjunto. Todo ello nos puede conducir a una situación de deterioro y de réplica social que puede provocar, todo es posible, unas elecciones anticipadas.
En mi opinión creo que la banca no quiere coadyuvar a poner al frente del Gobierno de España a Rajoy. La banca, como otros millones de españoles, no confía en Rajoy. De hecho la banca, sus altos ejecutivos, no “congenian” muy bien con los políticos. Sin embargo es fácil de intuir que la banca se ha dado cuenta de que este es un buen momento para poner a cada uno en su sitio y que la banca debe ocupar un lugar prominente de una vez por todas. Quieren compararse a la banca USA que desde hace mucho tiempo está, con toda claridad y relevancia, por encima del poder político en los Estados Unidos. No hay más que ver como los presidentes norteamericanos, todos, y Obama también, sino al tiempo, miman y protegen al Estado judío de Israel. No es por una cuestión geoestratégica sino por un hecho incuestionable: Hay que tener contentos a los judíos americanos que controlan la mayoría del dinero en los EEUU.
Esta claro: Los banqueros no quieren arrimar el hombro. “Soltarán” el dinero cuando ellos lo consideren oportuno y conveniente para sus intereses, pero dando la imagen, como siempre, de que lo hacen solo por el interés general y no por el propio. De momento, prefieren, como Nerón, ver el incendio desde lo alto.
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