Hacia una España Mejor

jueves, julio 30, 2009

¡Que bochorno!


Pobre, tan joven y ya le ha atacado el Alzheimer. Esto es lo que se podría decir de la portavoz del Partido Popular, Soraya Sáenz de Santamaría por el “ligero” despiste que ha sufrido al criticar a la ministra de Defensa, Carme Chacón, por la decisión de enviar más tropas a Afganistán.
Pero no, a la portavoz del PP no le ha fallado la memoria, lo que sí ha hecho es el ridículo más espantoso. Cuando se critica por criticar suelen ocurrir estas cosas. En lo concerniente a la crítica los portavoces populares se han desbocado. Como se suele decir en términos hípicos, han perdido el bocado. Montoro, suele hacer el ridículo a diario, Cospedal, casi cada cinco minutos y del portavoz mayor, de Rajoy, qué le voy a contar. Lo de Esperanza Aguirre, la “Heroína de Bombay”, ya es para matrícula.
Criticar como ha criticado Sáenz de Santamaría a Carme Chacón el envío de más tropas a Afganistán, cuando el pasado día 17 de junio la ministra informaba y solicitaba en el Congreso de los Diputados, más concretamente en la Comisión de Defensa, el apoyo para enviar más soldados a esa zona tan conflictiva, obteniendo el beneplácito de todos menos el de IU que se abstuvo, es algo que supera la barrera del ridículo para caer en lo bufo y en esperpéntico. Hay que resaltar el hecho de que la portavoz del PP en esta comisión, Beatriz Rodríguez-Salmones, agradeció a la titular de Defensa el amplio detalle que había dado sobre la necesidad de este envió de 70 efectivos militares y mostro su apoyo incondicional.
Yo creo, estoy seguro de ello, que en el Partido Popular se ha entrado en una dinámica en lo que a criticar al Gobierno se refiere, que está generando en los ciudadanos un cierto aburrimiento, que les lleva a decir: “Ya está este/a aquí con el rollo de siempre”. Porque eso sí está muy claro, es la misma historia de siempre. Lo bueno que tienen es su corporativismo. Cuando hacen el ridículo lo hacen todos, porque todos salen, en el mismo día, con la misma cantinela. Lo más reciente de Esperanza Aguirre, lo de llamar “sindicalista retrógrado y piquetero” a Zapatero pone de manifiesto su escasa capacidad intelectual y su corto vocabulario, ese mal lo padecen todos en el PP, este es el motivo por el cual, también eso está muy claro, reciben las consignas por escrito cada mañana. No hay más que fijarse un poco para darse cuenta de que todos sus voceros utilizan prácticamente las mismas palabras. Deberían serenarse y reconsiderar su estrategia opositora.
Me gusta más Soraya como modelo en las publicaciones de Pedro J., no por nada en especial, sino porque las fotos pueden ser muy expresivas pero no emiten sonidos, palabras.