¿Huelga de ricos?
En los círculos futboleros la decisión del Gobierno de aplicar el 43 por ciento en el Impuesto sobre la Renta de la Personas Físicas ha sentado muy mal. A aquel que tiene mucho dinero le sabe peor que si le pegan un tiro. El que no tiene nada ni se altera, pero, naturalmente, y a quien no, ya le gustaría pagar ese 43 por ciento.
Esta resolución gubernamental ha venido a acabar con el espíritu de la llamada “Ley Beckham” aprobada en 2004 y por la cual las personas con la cabeza o los pies privilegiados, es decir, con un coeficiente intelectual, en esto de “intelectual” se incluye a los del balompié, por encima de la normal y que su espíritu, el de la Ley, era el de que con ella se trataba de atraer y retener para España a científicos, directivos y profesionales extranjeros y estos se beneficiaban de un tipo impositivo del 24 por ciento en lugar del 43 por ciento que cargaba a las rentas más elevadas. Eso sí, esta modificación se hizo por un señor que se ganaba la vida dándole patadas a un balón, no por no perder a algún científico, investigador, brillantes profesionales de la medicina u otros personajes por el estilo. Son las cosas que ocurren en este país.
Dicen que esto puede acabar con la venida de las figuras del balompié. Decir esto a mi me parece que se está tratando injustamente a figuras “autóctonas” cuyos nombres no voy a enumerar por si se me olvida alguno, pero si decir que en estos momentos el futbol español y en este caso su máxima representación, la selección nacional de futbol, está considerada por méritos propios como de primerísima fila en el ranking mundial. Nadie medianamente entendido en futbol ignora que muchos jugadores españoles no han podido demostrar su talento por estar “taponados” por jugadores venidos de fuera y que por su alto costo han tenido que ser “titulares indiscutibles” cuando era evidente que había jugadores españoles que podían hacerlo mejor que ellos. Pero no poner a los extranjeros “caros” suponía y sigue suponiendo, que los que los ficharon se equivocaron y se siguen equivocando y claro, eso había que “disimularlo” poniendo como titular al tuercebotas venido de fuera.
Cuando los representantes sindicales de los trabajadores que con sus abonos y compra de entradas y de todo ese mercado de camisetas y otros abalorios hacen posible que muchos se forren de por vida cobrando una buena ficha, cuando los sindicatos descartan convocar una huelga general que no haría más que empeorar la mala situación por la que estamos atravesando, los representantes de los “trabajadores de élite” amenazan con la huelga y anuncian que esta medida del Gobierno traerá “terribles desgracias”. Ante esto de la huelga se me plantea una pregunta: ¿Apoyarán la huelga esos jugadores que aún jugando en primera división no pueden ni tan siquiera soñar con ganar más de 600.000 euros al año?
Hay por ahí un presidente que dice que el Gobierno debería haberles consultado. Consultado ¿para qué? No hay más que ver la reacción que han tenido. Se han movilizado de inmediato contra esta resolución del Ejecutivo. Obvio es decir que el Partido Popular, por medio de Cristóbal Montoro, como es habitual, se ha “solidarizado” con los que ganan más de 600.000 euros al año y ha criticado al Gobierno. El PP siempre al lado de los “más” débiles.
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