No es de extrañar

El pasado día 4 el diario El País daba cuenta de que la Inspección de Trabajo ha multado a un alto cargo de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) por humillar a sus subordinados, la sanción es del orden de los 25.000 euros y el cargo en cuestión desempeña la función de director de Relaciones Laborales.
Al parecer, y según señala El País, “todos los trabajadores entrevistados por la comisión de investigación manifiestan haber sufrido alguna vez un trato humillante por parte del director del departamento” y la inspección señala en su informe “el necesario respeto de la dignidad de los trabajadores es incompatible con acciones y hechos como los acreditados”. Esto, en mi opinión, viene a confirmar la hostilidad manifiesta de esta organización empresarial con los trabajadores, reflejada en esas propuesta de rebaja de salarios, de abaratamiento del despido, de prolongar la edad de jubilación, de fijar, para calcular la base del cobro de la pensión por jubilación, el total de la vida laboral y no los últimos quince años como se concreta en la actualidad, con la totalidad de la vida laboral el jubilado cobraría menos, y también ha propuesto fórmulas de contratación para los jóvenes sin ningún derecho social, esto, entre otros tipos de propuestas todas ellas desfavorables para los trabajadores. Dicen que esto contribuye a acabar con la crisis y yo añado que puede contribuir a un mayor enriquecimiento y por tanto de una mejora de calidad de vida para los empresarios. Al parecer quieren quedarse con todo eso que se ha dado en llamar el Estado del Bienestar. Por lo visto la riqueza no se comparte, se acapara.
Con estos antecedentes no me ha extrañado, en absoluto, la noticia publicada por El País. Si la CEOE se manifiesta contraria a la justa compensación al trabajador durante su etapa en activo y después de su pase a la jubilación, a nadie puede sorprender el que no tenga un trato correcto con aquellos trabajadores más cercanos a los que según el informe de la inspección, así lo señala El País, se les ha practicado “un sistema autoritario de gestión con brusquedad y expresiones verbales que han provocado tensión y sufrimiento…” Concluye el informe de la inspectora de Trabajo manifestando que “de los hechos relatados se concluye que los trabajadores del Departamento de Relaciones Laborales han tenido que soportar unas condiciones de trabajo que suponen una vulneración del derecho a la consideración debida de su dignidad”.
Los que hayan leído alguno de mis escritos referentes a la CEOE saben que siempre he acabado preguntando que porqué hay empresarios, afortunadamente no todos, que dan la impresión de que odian a sus empleados, a esos trabajadores que han tenido mucho que ver con el enriquecimiento de muchos de estos empresarios, percepción, la del posible odio, que viene a justificar el resultado de esta inspección y consiguiente sanción económica, en mi opinión debería haber sido inhabilitado, al director de Relaciones Laborales de la CEOE.