Hacia una España Mejor

lunes, enero 03, 2011

¿Robar a los pobres?


El ayuntamiento de Alicante está en vías de aplicar una Ordenanza Municipal relativa a la Mendicidad y la Prostitución. Entre las medidas que se prevén aplicar a través de dicha ordenanza para erradicar la mendicidad en las calles está la de que la Policía Local se incaute cautelarmente de los “frutos obtenidos” por los indigentes.
El Sindicato Profesional de Policías Locales (SPPL) ha mostrado su disconformidad con estas medidas y se preguntan que si las multas de tráfico no se cobran en el acto ¿porqué intervenir a los mendigos las limosnas obtenidas? EL SPPL sostiene que no conoce “ninguna norma con rango de ley que prohíba la mendicidad en los espacios públicos del Estado español y sí intentos desesperados de hacerla desaparecer por arte de las ordenanzas municipales”. Considera el sindicato que “quitarle el dinero a una persona que practica la mendicidad no obedece a una situación de urgencia, ni protege provisionalmente los intereses en este asunto” añadiendo que también puede ocasionar “un perjuicio de difícil o imposible reparación a las pobres desvalidos de su recaudación” que en opinión del sindicato “apreciarían a quienes materialmente les quitan el dinero como a unos ladrones” y que “lamentablemente existe el derecho a la libertad de ser pobre”.
A todo esto hay que decir que, comenzando a comentar este tema por el final, hay demasiada gente en este mundo que está ejerciendo “la libertad de ser pobre” y que con este tipo de ordenanzas no se acaba con la pobreza sino aplicando medidas preferenciales, sociales, formativas, laborales, etc., todas ellas debidamente dotadas de todo tipo de medios para erradicar la pobreza sin que nadie, además de ser pobre, se vea despojado de un dinero que otras personas le han dado. Sabido es que cuando cualquier ciudadano hace donación a otro, ya sea familiar o no, de un bien material, dinero o bienes inmuebles, debe pagar impuestos por ello, pero al menos parte del bien sigue siendo propiedad del receptor, pero lo de quitarle el dinero a aquel que ha recibido un donativo ya es pasarse. A este lo dejan sin nada.
Hubo una época en nuestro país en que existían los llamados “bandidos generosos” que le quitaban el dinero a los ricos para dárselo a los pobres, me viene a la memoria el nombre de dos de ellos: José Mª “El Tempranillo” y “Jaime el de la Sierra”, el primero de ellos andaluz y creo que actuaba en la serranía de Ronda y el segundo en la sierra de la alicantina población de Crevillente. Ahora, y según la apreciación del sindicato policial se pretende, supuestamente, quitarle el dinero a los pobres, pero… ¿para dárselo a quien? ¿A las insaciables arcas municipales? Todo esto me recuerda aquella frase de Gabriel García Márquez, que dice: “El día que la mierda tenga algún valor los pobres nacerán sin culo”.
Los pobres de este mundo lo tienen muy mal y con tendencia a empeorar.