Cría cuervos...
La emisora de los obispos, la COPE, difundía hace unos días un editorial en el que entre otras cosas y con respecto al Gobierno se decía: “…con un rechazo como el que muestran las encuestas, Zapatero tiene legitimidad formal pero no social”.
Al hilo de las legitimidades o legitimaciones, me voy a referir a una encuesta del CIS hecha pública a primeros de agosto de 2010 sobre algo que legitima o no socialmente a la Iglesia Católica española, la formal se la da el Vaticano. La encuesta nos dice que el 74% de los españoles se declaran católicos, pero que solo un 13% afirma asistir a misa todos o casi todos los domingos. Dado lo cual habría que decir que a Dios lo que es de Dios, los católicos que no van a misa ni los domingos, será porque no creen en los obispos pero si en Dios, un 74%, y a la Iglesia Católica lo que es de la Iglesia Católica, es decir, los que van a misa “todos o casi todos los domingos”, un 13%, los que al margen de creer en Dios, parece ser que también creen en aquellos que dicen representarle en la tierra. Dios no es exclusivo de la Iglesia Católica, hay otras muchas iglesias a lo largo y ancho de este mundo cuya fe se centra en el mismo Dios de los católicos. No creo que con un 13% de católicos practicantes frente a un 74% que no lo son, sea motivo para darse por legitimados, por tanto queda bien claro que los ataques que desde la emisora de los obispos se lanzan contra el Gobierno restándole o quitándole legitimidad son bastante gratuitos a más de improcedentes, tendenciosos y de significado político, algo impropio y rechazable tratándose de personas o entidades de signo religioso.
No obstante esa carencia de legitimidad social que la emisora de la Iglesia Católica le achaca a Zapatero no es obstáculo para que con un porcentaje tan bajo de fieles creyentes, un 13%, la Iglesia Católica esté recibiendo del Estado de un Estado no confesional, gobernado por un partido político también de naturaleza laica, importantes ayudas económicas directas, y con conciertos de tipo económico bastante elevados para la enseñanza en los colegios religiosos católicos a lo que hay que añadir los beneficios fiscales consignados en el Concordato de 1979, unos beneficios que, lejos de ser disminuidos, han seguido aumentando en 2010, todo lo cual ocasiona serios agravios comparativos con el resto de las congregaciones religiosas distintas de la católica, a más de que el Gobierno de Zapatero ha aparcado la Ley de Libertad Religiosa ante la presión ejercida por los obispos, conculcándose los principios democráticos que sobre religión deben privar en un Estado no confesional donde todas las religiones deben ser tratadas por igual.
No cuestiona quien quiere sino quien puede, y los obispos no pueden, pero algo si es cierto: Cría cuervos y te sacarán los ojos y que los hay que muerden la mano de aquel que les da los alimentos.
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