Hacia una España Mejor

viernes, julio 22, 2011

Nos han perdido el respeto

En cierta ocasión y comentando un caso que no viene a cuento recordar, dije, ante lo que consideré una falta de respeto hacia los ciudadanos por parte de un político del PP en concreto, “no hace falta que ningún imbécil venga decirnos semejante cosa”, no mencioné nombre alguno, pero un parlamentario del PP que ocupaba un puesto muy relevante en su grupo se dio por aludido y de inmediato llamó a los responsables del periódico exigiendo explicaciones y amenazando con llevarnos, al periódico y a mí ante a los tribunales.
Esto hace ya mucho tiempo que ocurrió pero desde entonces no he cesado de preguntarme que como podemos defendernos los ciudadanos de los políticos, principalmente de los del PP, que a diario nos tratan como a verdaderos idiotas intentando hacernos creer cosas que no tienen ni pies ni cabeza. Su última intentona la están dando con el caso Faisán, ahora nos salen con que hay un paralelismo entre el caso GAL y el caso Faisán, yo no veo parecido alguno en tanto en cuanto el caso GAL era como consecuencia de los “atentados” que se producían contra miembros de ETA y el caso Faisán se concreta, según dicen en el PP, en todo lo contrario: en advertir a los etarras de que van a ir a detenerles para darles tiempo a huir. Culpan de ello al Gobierno a un Gobierno que es el que más etarras ha detenido y llevado a la cárcel en todos los tiempos. Si estos dos casos son parecidos como quieren hacernos creer desde el PP y no sabemos verlo hasta el punto de que tienen que ser los prebostes de la derecha los que tengan que abrirnos los ojos es que es verdad que somos bastante obtusos.
Lo más lamentable de esto es ver como todo un candidato a la presidencia del Gobierno, algo muy serio y que exige el máximo de consideración hacia los ciudadanos, es de los que más hincapié están haciendo en todo esto, claro que hay que tener en cuenta que se necesita tener mucha “clase”, mucha categoría, para mantenerse al margen de este tipo de gilipolleces para conseguir el respeto de los españoles, un respeto que tanto él como los suyos no les tienen a estos, muy posiblemente porque, en mi opinión, les falte “clase”. Me refiero a Rajoy y los que le rodean, claro está.
Hay que tener en cuenta que estamos en un país donde las cosas no suelen ser tomadas con mucha seriedad y donde en ocasiones priva el cachondeo, el chiste fácil y el chascarrillo. Aún recuerdo la noche del 23 al 24F cuando mucho antes de salir a hablar el rey TVE nos ofrecía una película de aquel actor cómico llamado Bob Hope, vamos, una película de esas que llamamos “de risa” y todo ello con nuestros diputados retenidos a la fuerza en el edificio de la Cámara Baja, en la Carrera de san Jerónimo, por unos golpistas. Somos un país alegre a pesar de que los españoles las hemos pasado, en diversas épocas, “muy canutas”, pero una cosa es reírnos todos y otra muy distintas el que unos cuantos pretendan reírse de muchos. Cuando se llega a esta situación es que el principio del respeto a los demás está siendo pisoteado.