¿Qué diu? ¿Qué dice?
Mariano Rajoy, ha escrito un artículo publicado bajo el título “Mi visión de Europa y España en el Mundo” que yo creo sinceramente que lo ha hecho con la buena y sana intención de infundirnos ánimo a los españoles y de imbuirnos ese sentimiento patrio a que tan aficionada es la derecha.
No he leído el artículo completo pero si alguna de sus partes reflejadas en los medios de comunicación y de todo ello me he quedado con aquello que dice Mariano Rajoy de que “España debe recuperar el nivel de influencia e interlocución que le corresponde, participando activamente en las decisiones de la Unión Europea, dejando atrás el papel irrelevante que viene desempeñando en los últimos años”. Lo primero que me vino a la cabeza cuando leí lo antes señalado fue lo de decir aquello de: ¿Qué diu? ¿Qué dice? Porque claro, a mí me da la impresión de que Rajoy tiene de España un concepto de superpotencia, ¡ojalá!, pero no, España es lo que y es lo que hay y nunca se puede comparar, ojalá esto sea posible algún día, a Francia y mucho menos a Alemania, sé que esto que digo me lo va a reprochar la derecha patriotera y chauvinista, nada me gustaría más que mí país se pareciera a estas dos potencias europeas, pero ante todo hay que ser realistas y tener los pies en el suelo que es el único modo de poder dar un salto cualitativo, cuantitativo y por tanto potencialmente efectivo. Lo dicho por Rajoy, es pura palabrería y lo malo del caso es que es que su trayectoria al frente del Gobierno va a ir por esos derroteros, por las proclamas, las soflamas, las arengas y ¡qué reine el entusiasmo! Y no es ese el camino. Hay que partir de la realidad, pero para ello hace falta saber dónde estamos, estamos bastante mal, y con qué medios contamos para poder salir adelante. No sería bueno salir en tropel. Hay que ir sin prisas, aunque el país esté, lo está, muy tocado, pero sin pausas y sobre todo sin pretender que alguien pueda creer que somos un país que está en disposición de ser uno de los “gallitos” en el concierto de la Unión Europea, porque ¿a quién vamos a engañar a estas alturas de la historia, de la crisis? Si pretendes ser reconocido como socio influyente y con el uso fuerte de la palabra, te exigirán, Francia y Alemania, que aportes y arriesgues política y económicamente los que ellos arriesgan y es evidente que nosotros no estamos en disposición de exigir sino de, eso sí, demostrar que queremos y podemos pero que hay que guardar un tiempo prudencial. Con prisas y encima exigiendo a aquellos que te están ayudando a salir del bache que quieres tener las mismas prorrogativas que ellos no vamos a ir a ninguna parte.
Para apoyar lo dicho anteriormente recordaré aquellas muestras de prepotencia y fanfarronería de Aznar cuando presumía de que España crecía más que Alemania. Esto le tocó la “moral” a los dirigentes alemanes, los que estaban poniendo la mayor parte del dinero en el fondo europeo, y las consecuencias de ello fueron las que todos sabemos: Si España crece más que Alemania ya no la hacen falta los fondos europeos para desarrollarse, pensaron los alemanes, y todos recordamos que estos fondos se perdieron para siempre jamás, aquellas zonas o regiones de España clasificadas como Objetivo 1, preferentes para recibir fondos europeos, fueron desclasificadas. No se puede ir presumiendo de tener un buen vestuario cuando todo el mundo sabe que solo tienes lo que llevas puesto. Cuidado, Rajoy, cuidado. Se agradece lo del patriotismo, creo que todos los españoles queremos a España y eso, y por su bien, por el de nuestro país, en ocasiones exige mucha prudencia, mucha paciencia y mucha habilidad,
No he leído el artículo completo pero si alguna de sus partes reflejadas en los medios de comunicación y de todo ello me he quedado con aquello que dice Mariano Rajoy de que “España debe recuperar el nivel de influencia e interlocución que le corresponde, participando activamente en las decisiones de la Unión Europea, dejando atrás el papel irrelevante que viene desempeñando en los últimos años”. Lo primero que me vino a la cabeza cuando leí lo antes señalado fue lo de decir aquello de: ¿Qué diu? ¿Qué dice? Porque claro, a mí me da la impresión de que Rajoy tiene de España un concepto de superpotencia, ¡ojalá!, pero no, España es lo que y es lo que hay y nunca se puede comparar, ojalá esto sea posible algún día, a Francia y mucho menos a Alemania, sé que esto que digo me lo va a reprochar la derecha patriotera y chauvinista, nada me gustaría más que mí país se pareciera a estas dos potencias europeas, pero ante todo hay que ser realistas y tener los pies en el suelo que es el único modo de poder dar un salto cualitativo, cuantitativo y por tanto potencialmente efectivo. Lo dicho por Rajoy, es pura palabrería y lo malo del caso es que es que su trayectoria al frente del Gobierno va a ir por esos derroteros, por las proclamas, las soflamas, las arengas y ¡qué reine el entusiasmo! Y no es ese el camino. Hay que partir de la realidad, pero para ello hace falta saber dónde estamos, estamos bastante mal, y con qué medios contamos para poder salir adelante. No sería bueno salir en tropel. Hay que ir sin prisas, aunque el país esté, lo está, muy tocado, pero sin pausas y sobre todo sin pretender que alguien pueda creer que somos un país que está en disposición de ser uno de los “gallitos” en el concierto de la Unión Europea, porque ¿a quién vamos a engañar a estas alturas de la historia, de la crisis? Si pretendes ser reconocido como socio influyente y con el uso fuerte de la palabra, te exigirán, Francia y Alemania, que aportes y arriesgues política y económicamente los que ellos arriesgan y es evidente que nosotros no estamos en disposición de exigir sino de, eso sí, demostrar que queremos y podemos pero que hay que guardar un tiempo prudencial. Con prisas y encima exigiendo a aquellos que te están ayudando a salir del bache que quieres tener las mismas prorrogativas que ellos no vamos a ir a ninguna parte.
Para apoyar lo dicho anteriormente recordaré aquellas muestras de prepotencia y fanfarronería de Aznar cuando presumía de que España crecía más que Alemania. Esto le tocó la “moral” a los dirigentes alemanes, los que estaban poniendo la mayor parte del dinero en el fondo europeo, y las consecuencias de ello fueron las que todos sabemos: Si España crece más que Alemania ya no la hacen falta los fondos europeos para desarrollarse, pensaron los alemanes, y todos recordamos que estos fondos se perdieron para siempre jamás, aquellas zonas o regiones de España clasificadas como Objetivo 1, preferentes para recibir fondos europeos, fueron desclasificadas. No se puede ir presumiendo de tener un buen vestuario cuando todo el mundo sabe que solo tienes lo que llevas puesto. Cuidado, Rajoy, cuidado. Se agradece lo del patriotismo, creo que todos los españoles queremos a España y eso, y por su bien, por el de nuestro país, en ocasiones exige mucha prudencia, mucha paciencia y mucha habilidad,
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