Rajoy decidirá
Después de más de dos años de conversaciones entre los sindicatos y la CEOE y como era de prever, las conversaciones han finalizado sin haber llegado a ningún acuerdo para conformar la pretendida reforma laboral. Y digo que era de prever porque ya los empresarios habían hecho amagos de romper las negociaciones y que fuera el nuevo Gobierno el que arbitrara y decretara el contenido de esa nueva reforma, basta recordar que dos o tres semanas antes del 20 de noviembre los representantes de los empresarios se sentaron a la mesa y presentaron un documento que en nada se parecía a lo que hasta ese momento la patronal había propuesto lo que motivo el que los sindicatos protestaran y la parte económica aprovechó para dar por finiquitadas las negociaciones.
Posteriormente y con Rajoy al frente del Gobierno, se reanudaron los contactos entre sindicatos y patronal para finalmente dar los empresarios la “espantá” al no aceptar los sindicatos la congelación salarial y la reducción a 20 días de indemnización por año trabajado como consecuencia de despido improcedente. Al final los empresarios han conseguido situar al toro, en este caso a los sindicatos, en el terreno que a ellos más le conviene para rematar adecuadamente la faena, este terreno se sitúa en que será el Gobierno el cual por decreto promulgará la nueva reforma laboral y qué duda cabe que lo que el Ejecutivo bajo el mando de Rajoy decida será más beneficioso para los empresarios que para los trabajadores, esto lo saben muy bien los patronos y de ahí sus pases de pecho, sus chicuelinas, sus manoletinas hasta llegar, como antes he dicho, a situar al toro donde a ellos más les conviene para que desde el Gobierno se les dé el puntillazo final.
A mí lo que me llama la atención es la propuesta de los patronos de congelar durante dos años los salarios de sus trabajadores, hombre la cosa podría ser medianamente razonable si durante esos dos años los empresarios se comprometieran a no retirar de su empresa más que el sueldo necesario para cubrir las necesidades más elementales de su familia, que durante esos dos años no cambiaran de coche, no viajaran en plan turístico y vacacional, no se compraran ningún yate o se mudaran a una vivienda mejor que la que en la actualidad puedan tener, en pocas palabras: Apretarse el cinturón al igual que sus trabajadores y que sepan las “cornás” que da el hambre. Cuando uno exige sacrificios a los demás lo lógico, lo normal, lo ético, lo serio es que sea él el primero en dar ejemplo.
Lo que sí está claro es que este Gobierno y en este asunto concreto, les va a dar un buen sobresalto a los trabajadores. Al tiempo.
Posteriormente y con Rajoy al frente del Gobierno, se reanudaron los contactos entre sindicatos y patronal para finalmente dar los empresarios la “espantá” al no aceptar los sindicatos la congelación salarial y la reducción a 20 días de indemnización por año trabajado como consecuencia de despido improcedente. Al final los empresarios han conseguido situar al toro, en este caso a los sindicatos, en el terreno que a ellos más le conviene para rematar adecuadamente la faena, este terreno se sitúa en que será el Gobierno el cual por decreto promulgará la nueva reforma laboral y qué duda cabe que lo que el Ejecutivo bajo el mando de Rajoy decida será más beneficioso para los empresarios que para los trabajadores, esto lo saben muy bien los patronos y de ahí sus pases de pecho, sus chicuelinas, sus manoletinas hasta llegar, como antes he dicho, a situar al toro donde a ellos más les conviene para que desde el Gobierno se les dé el puntillazo final.
A mí lo que me llama la atención es la propuesta de los patronos de congelar durante dos años los salarios de sus trabajadores, hombre la cosa podría ser medianamente razonable si durante esos dos años los empresarios se comprometieran a no retirar de su empresa más que el sueldo necesario para cubrir las necesidades más elementales de su familia, que durante esos dos años no cambiaran de coche, no viajaran en plan turístico y vacacional, no se compraran ningún yate o se mudaran a una vivienda mejor que la que en la actualidad puedan tener, en pocas palabras: Apretarse el cinturón al igual que sus trabajadores y que sepan las “cornás” que da el hambre. Cuando uno exige sacrificios a los demás lo lógico, lo normal, lo ético, lo serio es que sea él el primero en dar ejemplo.
Lo que sí está claro es que este Gobierno y en este asunto concreto, les va a dar un buen sobresalto a los trabajadores. Al tiempo.
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