Habrá copago
Mariano Rajoy, con la claridad y la sinceridad que le caracteriza a la hora de pronunciarse sobre cualquier cuestión que pueda afectarnos a los españoles lo ha dejado bien claro: Habrá copago en sanidad. Rajoy ha dicho que no está sobre la mesa la cosa del copago y que además él es personalmente contrario al copago. Mayor claridad no cabe. Es de agradecer el tener a un político serio y cumplidor como Mariano Rajoy que lo demuestra a la más mínima oportunidad que tenga. Dijo que no iba a subir los impuestos y los subió. También dijo que no abarataría el despido y lo ha dejado a precio de saldo. Al menos con Rajoy sabemos a qué atenernos solo es cuestión de interpretar al revés aquello que dice, asegura o promete.
Poco a poco le vamos conociendo y vamos enterándonos de cuáles son sus líneas maestras para sacar a este país del enorme socavón en que se halla hundido. El hombre las tenía guardadas como oro en paño. No es que las vaya haciendo públicas con mucha claridad, lo hace como si de un jeroglífico se tratara, pero me gusta que lo plantee como un juego, así jugamos todos y nos entretenemos al mismo tiempo que nos divertimos intentado adivinar que es lo que realmente va a hacer nuestro presidente del Gobierno. Es como un concurso de la Tele, lo malo es que aquí hay pocas ganancias, más bien pérdidas diría yo, para todos, pero al menos sirve de distracción y no estamos siempre obsesionados con la que tenemos encima. Esto puede dar a lugar a un concurso que se puede titular: ¿Verdadero o falso? Creo que ya hubo algo parecido y muy posiblemente Rajoy nos esté dando participación en el juego lo que le puede servir para calcular la capacidad de deducción e intuición de todos nosotros y si su mensaje está siendo correctamente captado e interpretado.
Hay quien comenta que si hace lo contrario de todo lo que dice al final va a quedar en mal lugar ante los ciudadanos ya que se puede interpretar como un engaño, pero yo creo que Rajoy lo tiene claro, es más, lo ha dicho, él ha dicho que en lo del copago él personalmente no lo desea, pero si al final lo aplica, que es lo que va ocurrir, siempre puede decir que una cosa son sus deseos y otra muy distinta los intereses de España y por tanto de los españoles y estoy seguro de que él está dispuesto a sacrificar su credibilidad por conseguir una mayor cota de bienestar para todos. Esta forma de decir aquello que no van a hacer pero después hacen no es solamente Rajoy quien la practica, es algo normal en el Partido Popular, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría dijo lo siguiente: “Vamos a mirar cada euro que se gaste”, a este respecto hay que decir que y esto lo saben los 8.870.836 pensionistas, que en enero recibieron una carta firmada por la ministra de Trabajo, Fátima Báñez, en la cual les decía que les subía la pensión, para posteriormente, en febrero recibir otra, está firmada la Directora General de la Seguridad Social, María Eugenia Martín, en la cual comunicaba a los pensionistas que por haber aumentado el IRPF iban a cobrar menos pensión. Por cierto la carta que comunicaba el aumento la firmaba la ministra, para apuntarse el tanto, y la otra, la del descuento, la firma la Directora General, que cargaba con el marrón. Esto me recuerda a aquellos cantantes que en la presentación de uno de sus discos dijeron: “En la cara A cantamos y en la cara B pedimos perdón”. Pero porqué he citado a Sáenz de Santamaría, y su frase de “vamos a mirar cada euro que se gaste”, lo digo porque esas dos cartas han costado la friolera de 6.378.000 euros, 8.870.836 pensionistas y por tanto la misma cantidad cartas por 0,36 euros de gastos de envío que multiplicado por dos, la carta de enero y la de febrero, nos dicen que estos dos envíos costaron esos 6.378.000 euros un gastos innecesario porque en la carta de enero la ministra anunciaba un aumento del 1% en las pensiones cuando no era necesario comunicar este aumento ya que viene dado por ley y en todos los medios de comunicación la ministra lo había anunciado, como tampoco hubiera sido necesario la segunda carta pidiendo “perdón” porque donde dijeron digo deberían haber dicho Diego. Esta es una “pequeña” muestra de lo que el Gobierno dice que piensa hacer pero que a la hora de la verdad resulta todo lo contrario. O mienten al hablar o se equivocan al hacer.
Poco a poco le vamos conociendo y vamos enterándonos de cuáles son sus líneas maestras para sacar a este país del enorme socavón en que se halla hundido. El hombre las tenía guardadas como oro en paño. No es que las vaya haciendo públicas con mucha claridad, lo hace como si de un jeroglífico se tratara, pero me gusta que lo plantee como un juego, así jugamos todos y nos entretenemos al mismo tiempo que nos divertimos intentado adivinar que es lo que realmente va a hacer nuestro presidente del Gobierno. Es como un concurso de la Tele, lo malo es que aquí hay pocas ganancias, más bien pérdidas diría yo, para todos, pero al menos sirve de distracción y no estamos siempre obsesionados con la que tenemos encima. Esto puede dar a lugar a un concurso que se puede titular: ¿Verdadero o falso? Creo que ya hubo algo parecido y muy posiblemente Rajoy nos esté dando participación en el juego lo que le puede servir para calcular la capacidad de deducción e intuición de todos nosotros y si su mensaje está siendo correctamente captado e interpretado.
Hay quien comenta que si hace lo contrario de todo lo que dice al final va a quedar en mal lugar ante los ciudadanos ya que se puede interpretar como un engaño, pero yo creo que Rajoy lo tiene claro, es más, lo ha dicho, él ha dicho que en lo del copago él personalmente no lo desea, pero si al final lo aplica, que es lo que va ocurrir, siempre puede decir que una cosa son sus deseos y otra muy distinta los intereses de España y por tanto de los españoles y estoy seguro de que él está dispuesto a sacrificar su credibilidad por conseguir una mayor cota de bienestar para todos. Esta forma de decir aquello que no van a hacer pero después hacen no es solamente Rajoy quien la practica, es algo normal en el Partido Popular, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría dijo lo siguiente: “Vamos a mirar cada euro que se gaste”, a este respecto hay que decir que y esto lo saben los 8.870.836 pensionistas, que en enero recibieron una carta firmada por la ministra de Trabajo, Fátima Báñez, en la cual les decía que les subía la pensión, para posteriormente, en febrero recibir otra, está firmada la Directora General de la Seguridad Social, María Eugenia Martín, en la cual comunicaba a los pensionistas que por haber aumentado el IRPF iban a cobrar menos pensión. Por cierto la carta que comunicaba el aumento la firmaba la ministra, para apuntarse el tanto, y la otra, la del descuento, la firma la Directora General, que cargaba con el marrón. Esto me recuerda a aquellos cantantes que en la presentación de uno de sus discos dijeron: “En la cara A cantamos y en la cara B pedimos perdón”. Pero porqué he citado a Sáenz de Santamaría, y su frase de “vamos a mirar cada euro que se gaste”, lo digo porque esas dos cartas han costado la friolera de 6.378.000 euros, 8.870.836 pensionistas y por tanto la misma cantidad cartas por 0,36 euros de gastos de envío que multiplicado por dos, la carta de enero y la de febrero, nos dicen que estos dos envíos costaron esos 6.378.000 euros un gastos innecesario porque en la carta de enero la ministra anunciaba un aumento del 1% en las pensiones cuando no era necesario comunicar este aumento ya que viene dado por ley y en todos los medios de comunicación la ministra lo había anunciado, como tampoco hubiera sido necesario la segunda carta pidiendo “perdón” porque donde dijeron digo deberían haber dicho Diego. Esta es una “pequeña” muestra de lo que el Gobierno dice que piensa hacer pero que a la hora de la verdad resulta todo lo contrario. O mienten al hablar o se equivocan al hacer.
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