Un Gobierno débil
Huelga decir que la expropiación de Repsol YPF por parte del Gobierno argentino es un acto de piratería intolerable y que habla bien poco a favor de quien lo ha perpetrado. Creo que la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, se ha equivocado de medio a medio y ha creado una desconfianza en los inversores de todo el mundo que se lo van a pensar muy mucho a la hora de introducirse en los distintos mercados argentinos. La inseguridad jurídica que con este acto se ha creado es muy alta. Pero allá Argentina y su presidenta con los posibles quebrantos que en un futuro esto les pueda acarrear, aquí lo que nos debe de importar es la injusticia, la tropelía y el robo que se ha cometido con una empresa española.
De todo lo que pueda haber tenido algo que ver con esta expropiación hay una cosa que es indiscutible y esta no es otra que el poco respeto que allende nuestras fronteras se le tiene al Gobierno español, buena prueba de ello ha sido la constante referencia en tono muy peyorativo de Sarkozy a España durante la campaña electoral francesa y la forma tan poco favorable en que algunos altos cargos de la UE se refieren a nuestro país sin que por parte de Rajoy haya la más mínima queja o respuesta. Es evidente que Argentina se ha dado cuenta de la debilidad de este Gobierno con un presidente que solo lleva cuatro meses al frente del Ejecutivo y se le ve más que agobiado, a las imágenes de televisión me remito, no transmite confianza ni tranquilidad y la única salida que él le ve a la crisis es la de criticar al Gobierno anterior y repetir una y otra vez que la cosa está muy difícil, algo que todos los españoles sabemos y que no hace falta que nadie nos lo recuerde a diario, lo que hace falta son iniciativas para reavivar el consumo y con ello crear puestos de trabajo y este Gobierno con su manía del “déficit cero”, lo está haciendo al revés. Ninguno de los “ajustes”, antes llamados “recortes” tiende a crear empleo, si no todo lo contrario: el paro aumenta en España cada día más.
Repito, este presidente y sus ministros forman el Gobierno más débil que ha tenido España desde el inicio de la democracia. Esto a nadie se le escapa y el Gobierno argentino ha aprovechado el momento para maltratar a una parte importante del sector inversor español en ese país despojándole de lo que es suyo. Es de esperar que el resto de las empresas españoles, casi una veintena, que están presentes en Argentina operando en sectores como la energía, las tecnologías, la construcción y la banca -BBVA, Santander, Telefónica, Gas Natural, etc.- sean respetadas y no sigan la misma suerte de Repsol YPF. Si el Gobierno español no es capaz de que el Gobierno argentino retroceda y respete los tratados y acuerdos que en su día suscribió podemos dar por seguro que la cosa no va acabar con la sola y única expropiación de Repsol YPF, habrá más. El Gobierno de Rajoy debe ser capaz de dar un puñetazo sobre la mesa y decir “¡se acabó, hasta aquí hemos llegado!” ya que si así no lo hace no será Argentina la única que atacará alevosamente los intereses de las empresas españolas en otros países. Creo que es en situaciones como esta cuando un Gobierno debe mostrar su fortaleza.
De todo lo que pueda haber tenido algo que ver con esta expropiación hay una cosa que es indiscutible y esta no es otra que el poco respeto que allende nuestras fronteras se le tiene al Gobierno español, buena prueba de ello ha sido la constante referencia en tono muy peyorativo de Sarkozy a España durante la campaña electoral francesa y la forma tan poco favorable en que algunos altos cargos de la UE se refieren a nuestro país sin que por parte de Rajoy haya la más mínima queja o respuesta. Es evidente que Argentina se ha dado cuenta de la debilidad de este Gobierno con un presidente que solo lleva cuatro meses al frente del Ejecutivo y se le ve más que agobiado, a las imágenes de televisión me remito, no transmite confianza ni tranquilidad y la única salida que él le ve a la crisis es la de criticar al Gobierno anterior y repetir una y otra vez que la cosa está muy difícil, algo que todos los españoles sabemos y que no hace falta que nadie nos lo recuerde a diario, lo que hace falta son iniciativas para reavivar el consumo y con ello crear puestos de trabajo y este Gobierno con su manía del “déficit cero”, lo está haciendo al revés. Ninguno de los “ajustes”, antes llamados “recortes” tiende a crear empleo, si no todo lo contrario: el paro aumenta en España cada día más.
Repito, este presidente y sus ministros forman el Gobierno más débil que ha tenido España desde el inicio de la democracia. Esto a nadie se le escapa y el Gobierno argentino ha aprovechado el momento para maltratar a una parte importante del sector inversor español en ese país despojándole de lo que es suyo. Es de esperar que el resto de las empresas españoles, casi una veintena, que están presentes en Argentina operando en sectores como la energía, las tecnologías, la construcción y la banca -BBVA, Santander, Telefónica, Gas Natural, etc.- sean respetadas y no sigan la misma suerte de Repsol YPF. Si el Gobierno español no es capaz de que el Gobierno argentino retroceda y respete los tratados y acuerdos que en su día suscribió podemos dar por seguro que la cosa no va acabar con la sola y única expropiación de Repsol YPF, habrá más. El Gobierno de Rajoy debe ser capaz de dar un puñetazo sobre la mesa y decir “¡se acabó, hasta aquí hemos llegado!” ya que si así no lo hace no será Argentina la única que atacará alevosamente los intereses de las empresas españolas en otros países. Creo que es en situaciones como esta cuando un Gobierno debe mostrar su fortaleza.
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