El rescate que viene

¿Cuándo hemos visto a un ministro de Exteriores actuando de portavoz e informando de cómo va la economía de su país?
El Gobierno debería haber comunicado ya a los españoles lo que podemos llevar de las pocas pertenencias que nos quedan, para emprender ese largo y duro viaje que nos espera después de que hayamos sido rescatados.
Lo del rescate se podría dar ya como un hecho consumado por mucho que nuestros ministros económicos. Montoro y De Guindos, aseguren por activa y por pasiva que esto no va a ocurrir, por cierto se da el caso de que Rajoy se ha dada ya perfecta cuenta de que este tándem no funciona y al parecer, dados los hechos, ha encargado al ministro de Exteriores, García Margallo, que sea este el que vaya dando cuenta de cómo se están desarrollando los temas económicos, que en realidad es uno solo. ¿Cuándo hemos visto a un ministro de Exteriores actuando de portavoz e informando de cómo va la economía de su país? Esto es toda una novedad, una más de la que nos está ofreciendo Rajoy.
Lo del rescate está a la vuelta de la esquina, recordemos que dos semanas después de que la prima de riesgo se situara en Portugal en los 600 puntos y la de Irlanda en casi 580 puntos, durante esas dos semanas el interés de su deuda de referencia había superado el 7% y por ello fueron auxiliadas. Nuestra prima de riesgo la tenemos en 642, el pasado lunes, puntos y el interés en el 7’3% o sea hemos superado a Portugal e Irlanda en todo lo preciso para que se haga necesario proceder a un rescate por parte de la UE. Esto es un tema cerrado que no tiene vuelta de hoja, por mucho que ahora nos salga Gallardón lanzando botes de humo como el de la reforma de la Ley del Aborto para distraer al personal, la cosa es imparable. Vamos a sufrir un aborto y gordo.
Está claro que las medidas tomadas por el Gobierno de Rajoy, han sido un total y absoluto fracaso, no han servido para nada, hasta tal punto ha sido así que el propio Gobierno ha admitido que estas medidas no le gustan, pues como diría aquel, si no le gustan que no las tome, ¿o es que no le gustan porque se ha dado cuenta de que no han sido acertadas, que no han servido más que para empeorar la situación? Las “soluciones” que el Gobierno tenía y ha puesto en práctica, han sido equivocadas y todas ellas han circulado por dirección contraria lo que ha hecho que el caos económico de nuestro país se haya elevado a unas cotas que ya ni siquiera el propio Ejecutivo alcanza a ver, de ahí que estén dando continuos palos de ciego.
Es evidente que este Gobierno y sobre todo quien lo preside, ha perdido el rumbo, si es que alguna vez lo tuvo claro, y con él toda la credibilidad y confianza que con engaños consiguió arrancar a los españoles, aquello de que “para que las cosas se arreglen hay que echar a este Gobierno –al de Zapatero-“, dando la impresión de que Rajoy conocía bien la problemática y por ello tenía soluciones, era todo una gran mentira. Con Zapatero las cosas comenzaron a ponerse mal, pero con Rajoy han empeorado de forma brutal, con Zapatero la prima de riesgo estaba en poco más de los 300 puntos y era fuertemente criticado por Rajoy tachando la situación de catastrófica, ahora Rajoy la ha doblado junto con el interés de la deuda y estamos en la antesala del rescate, cosa que no se daba en la época de Gobierno socialista. No intento disculpar a nadie, en absoluto, a Zapatero le tocó pagar las consecuencias de la burbuja inmobiliaria iniciada durante el Gobierno de Aznar y el comienzo de la crisis que ha afectado a todo el mundo pero de la que él no se percató con la debida prontitud, pero ha sido el Gobierno de Rajoy el cual con sus “medidas” ha dado la puntilla a los españoles cargándose a la clase media empobreciéndola. En cualquier caso era de esperar que durante el mandato de Rajoy las cosas se pusieran peor si tenemos en cuenta, mejor recordamos, cuando en 2008 Rajoy juró imitar la “buena gestión económica de Camps”, lo mismo dijo de Matas, y ya vemos como ha quedado la Comunidad Valenciana, más “socarrada” que la colilla de un puro, lo sucedido en esta Comunidad puede ser motivo de una tesis sobre cómo se puede arruinar a una región con simplemente poner al frente de la misma a un incapaz. Es el caso de Rajoy. Y es momento de que vaya pensando en convocar elecciones generales o al menos dimitir.