"Yo paso de los políticos"
Esa actitud de “yo paso de los políticos”, dicho sea con el mayor respeto, me parece una total y absoluta postura irreflexiva.
En ocasiones, y esto suele ocurrir muy a menudo, cuando hablas con algún conocido sobre temas políticos te suelen salir con aquello de: “A mí no me hables de política. Yo paso de los políticos”. Ante esta respuesta o negativa a hablar sobre los políticos yo intento hacerles ver que les guste o no son los políticos los que marcan nuestro destino y es por ello por lo que debemos estar muy atentos a lo que dicen y a lo que hacen y la prueba de que es así la tenemos y la estamos padeciendo actualmente con las “reformas”, o lo que sean, del actual Gobierno que están acabando con casi la totalidad de las pocas cosas buenas de las que disfrutábamos los ciudadanos. Es por ello por lo que esa actitud de “yo paso de los políticos” y dicho sea con el mayor de los respetos, me parece una total y absoluta postura irreflexiva por parte de aquellos que son dados a pronunciar esta frase. Seguro estoy de que con lo que está pasando muchos de ellos ya habrán cambiado y se habrán dado cuenta de que hay que estar muy “encima” de los políticos y “atarles” muy corto. “Pasar” de los políticos es muy “peligroso”.
Puesto ya a hablar de los políticos, yo sí hablo y aunque a algunos les parezca que mucho yo considero que más bien me quedo corto, he de decir que algunos, seguro que millones de españoles, ya estamos hartos de esa especie de rezo continuo por parte del Gobierno y del Partido Popular de echarle en cara una y otra vez a los socialistas los cinco millones de parados. Los españoles lo sabemos y las parados lo saben mucho mejor, o peor, para ser más exacto, lo que todos queremos escuchar y no lo oímos por parte alguna son las medidas que este Gobierno piensa aplicar, porque hasta ahora no ha iniciado ninguna, para crear empleo, para bajar las cifras del paro y para proveer nuevos empleos para los jóvenes, lo único que ha hecho y que afecta a los trabajadores, a los parados y a los jóvenes que buscan un primero empleo, ha sido abaratar el despido, o sea, ensanchar el camino que lleva al paro, y reducir a los parados el importe de lo que viene percibiendo por hallarse en tal situación. Ya está bien de hablar de los cinco millones de parados. Tenemos buena memoria, lo sabemos y lo sufrimos, no hace falta que un Gobierno que cada vez se ve con mayor claridad que carece de iniciativas, de ideas, de imaginación y de creatividad para sacarnos a todos de esta ruina, no es necesario, repito, que se nos recuerde algo que todos tenemos presente porque rara es la familia que como mínimo no tiene a uno de sus miembros parados cuando no a todos. Aquí queremos soluciones, no que el Gobierno se dedique a tirarle pedradas al Gobierno anterior porque tal cosa no sirve para nada, a no ser que Mariano Rajoy quiera tenernos distraídos para ocultar su incompetencia y la gran mentira de la que se sirvió para que los españoles le votaran mayoritariamente, yo me inclino por ambas cosas y seguro estoy de que acierto de pleno.
Preocupémonos de los políticos, no por los políticos, ellos están bien y sus problemas no son los nuestros, viven en otro mundo muy apartados de la realidad social y económica del resto de los ciudadanos, la distancia es larga y la altura es aún mayor, lo que hace que no puedan ver, salvo honrosas y escasas excepciones, las consecuencias de su falta de capacidad para desempeñar un cargo público y no ser capaces de gestionar bien cualquier “emergencia” sea cual fuere su naturaleza. En cualquier caso todos debemos tener muy claro que poco se puede esperar de un Gobierno y del partido que le apoya, cuando este Gobierno “abre” una ventanilla en las oficinas de la Agencia Tributaria para que los maleantes y defraudadores puedan blanquear hasta el dinero obtenido por la venta de drogas pagando un módico 10%. Sobre esta legalización del dinero negro, el ministro de Hacienda, el inefable Cristóbal Montoro, ha dicho que “no se trata de una amnistía fiscal, es una afloración de activos ocultos”. Manda huevos. Y en cuanto al partido que apoya al Gobierno, el PP, que se puede esperar de él cuando sus diputados aplauden la retirada de la paga extra de Navidad a los funcionarios, la reducción del importe de su paga los parados a partir del séptimo mes y la subida del IVA que vamos a pagar todos los que no tenemos más remedio que consumir. Por favor, que nadie diga eso de “yo paso de los políticos”. Eso es muy peligroso y de eso se aprovechan muchos de ellos.
En ocasiones, y esto suele ocurrir muy a menudo, cuando hablas con algún conocido sobre temas políticos te suelen salir con aquello de: “A mí no me hables de política. Yo paso de los políticos”. Ante esta respuesta o negativa a hablar sobre los políticos yo intento hacerles ver que les guste o no son los políticos los que marcan nuestro destino y es por ello por lo que debemos estar muy atentos a lo que dicen y a lo que hacen y la prueba de que es así la tenemos y la estamos padeciendo actualmente con las “reformas”, o lo que sean, del actual Gobierno que están acabando con casi la totalidad de las pocas cosas buenas de las que disfrutábamos los ciudadanos. Es por ello por lo que esa actitud de “yo paso de los políticos” y dicho sea con el mayor de los respetos, me parece una total y absoluta postura irreflexiva por parte de aquellos que son dados a pronunciar esta frase. Seguro estoy de que con lo que está pasando muchos de ellos ya habrán cambiado y se habrán dado cuenta de que hay que estar muy “encima” de los políticos y “atarles” muy corto. “Pasar” de los políticos es muy “peligroso”.
Puesto ya a hablar de los políticos, yo sí hablo y aunque a algunos les parezca que mucho yo considero que más bien me quedo corto, he de decir que algunos, seguro que millones de españoles, ya estamos hartos de esa especie de rezo continuo por parte del Gobierno y del Partido Popular de echarle en cara una y otra vez a los socialistas los cinco millones de parados. Los españoles lo sabemos y las parados lo saben mucho mejor, o peor, para ser más exacto, lo que todos queremos escuchar y no lo oímos por parte alguna son las medidas que este Gobierno piensa aplicar, porque hasta ahora no ha iniciado ninguna, para crear empleo, para bajar las cifras del paro y para proveer nuevos empleos para los jóvenes, lo único que ha hecho y que afecta a los trabajadores, a los parados y a los jóvenes que buscan un primero empleo, ha sido abaratar el despido, o sea, ensanchar el camino que lleva al paro, y reducir a los parados el importe de lo que viene percibiendo por hallarse en tal situación. Ya está bien de hablar de los cinco millones de parados. Tenemos buena memoria, lo sabemos y lo sufrimos, no hace falta que un Gobierno que cada vez se ve con mayor claridad que carece de iniciativas, de ideas, de imaginación y de creatividad para sacarnos a todos de esta ruina, no es necesario, repito, que se nos recuerde algo que todos tenemos presente porque rara es la familia que como mínimo no tiene a uno de sus miembros parados cuando no a todos. Aquí queremos soluciones, no que el Gobierno se dedique a tirarle pedradas al Gobierno anterior porque tal cosa no sirve para nada, a no ser que Mariano Rajoy quiera tenernos distraídos para ocultar su incompetencia y la gran mentira de la que se sirvió para que los españoles le votaran mayoritariamente, yo me inclino por ambas cosas y seguro estoy de que acierto de pleno.
Preocupémonos de los políticos, no por los políticos, ellos están bien y sus problemas no son los nuestros, viven en otro mundo muy apartados de la realidad social y económica del resto de los ciudadanos, la distancia es larga y la altura es aún mayor, lo que hace que no puedan ver, salvo honrosas y escasas excepciones, las consecuencias de su falta de capacidad para desempeñar un cargo público y no ser capaces de gestionar bien cualquier “emergencia” sea cual fuere su naturaleza. En cualquier caso todos debemos tener muy claro que poco se puede esperar de un Gobierno y del partido que le apoya, cuando este Gobierno “abre” una ventanilla en las oficinas de la Agencia Tributaria para que los maleantes y defraudadores puedan blanquear hasta el dinero obtenido por la venta de drogas pagando un módico 10%. Sobre esta legalización del dinero negro, el ministro de Hacienda, el inefable Cristóbal Montoro, ha dicho que “no se trata de una amnistía fiscal, es una afloración de activos ocultos”. Manda huevos. Y en cuanto al partido que apoya al Gobierno, el PP, que se puede esperar de él cuando sus diputados aplauden la retirada de la paga extra de Navidad a los funcionarios, la reducción del importe de su paga los parados a partir del séptimo mes y la subida del IVA que vamos a pagar todos los que no tenemos más remedio que consumir. Por favor, que nadie diga eso de “yo paso de los políticos”. Eso es muy peligroso y de eso se aprovechan muchos de ellos.
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