A la caza del tesoro

“A la caza del Tesoro” fue el título de un concurso que emitió Televisión Española en 1984. Un concurso que recuerdo que era muy entretenido y que por aquel entonces tenía muchos espectadores, aunque justo es decirlo no había en España otra televisión, bueno sí, la “Dos”. El concurso estaba presentado por Miguel de la Quadra-Salcedo y por Isabel Tenaille y consistía en que una pareja, en aquel entonces tenía que ser hombre y mujer, que acudían al plató del programa, donde eran recibidos por la presentadora, Isabel Tenaille. Desde allí se les asignaba una misión: Encontrar un tesoro que podía estar oculto en cualquier parte del planeta. Sin embargo, para ello la pareja no se movería del plató, sino que debían ir dando instrucciones al reportero, Miguel de la Quadra-Salcedo, en viaje permanente en helicóptero y a través de las sucesivas pistas que la pareja de concursantes fuera descubriendo. El premio consistía en que según los kilómetros que ganaban, estos se contaban desde el punto de salida hasta el lugar donde se hallaba y descubría el tesoro, a más kilómetros ganados más lejos podrían viajar. Comenzaba el programa y De la Quadra-Salcedo, saltaba del helicóptero, recuerdo que las localizaciones tenían lugar en Marruecos y en países latinoamericanos y no recuerdo si en otros lugares más. Como iba diciendo, el reportero saltaba del helicóptero y a partir de ahí los dos concursantes le iban dando instrucciones para que se dirigiera a los puntos que ellos le indicaban y la verdad es que la cosa se ponía interesante y hasta estresante. Miguel iba de aquí para allá buscando el tesoro al propio tiempo que requería constantemente de la pareja: ¡¿Por donde tengo qué ir?! ¡¿Qué hago?! Y así una y otra vez y los concursantes le respondían: ¡Vete hacia la derecha! ¡No ahí no, más adelante! ¡No hacia la izquierda, hacia la izquierda! ¡Retrocede, retrocede! ¡Sigue, sigue! Y hace una y otra vez hasta que se lograba o no dar caza al tesoro. El pobre De la Quadra-Salcedo, sudaba tinta y acababa estresado y agobiado. El “¡¿Qué hago?!” Se hizo superpopular entre los españoles. Al recordar este concurso estoy comprobando a diario que en 2012, veintiocho años después, se ha recuperado este programa, pero claro, los intervinientes han cambiado, ahora la pareja son dos mujeres y un hombre, la primer ministro alemana, Ángela Merkel, la directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Cristine Legarde y el presidente del Banco Central Europeo, Mario Drahgi y el reportero ya no es De la Quadra-Salcedo, en esta reposición del programa este papel lo desempeña el presidente del Gobierno de España, Mariano Rajoy, ahora es este el que salta del helicóptero desde mayor altura que De la Quadra-Salcedo y con menos medidas de seguridad que las que este empleaba. Se puede decir que el nuevo reportero se lanza en caída libre. A partir de ahí el trío Merkel-Legarde-Draghi y ante los constantes requerimientos de Rajoy, hecho un manojo de nervios, de ¡¿Por donde tengo qué ir?! ¡¿Qué hago?! ¡¿Qué hago?! estos le van indicando por donde debe ir para intentar “cazar el tesoro”. Cansado estresado y sudoroso, Rajoy va siguiendo paso a paso las instrucciones que le dan pero una y otra vez se equivoca, posiblemente las instrucciones no sean las correctas y por tanto no es él el culpable. Así transcurre el tiempo y el tesoro no aparece y por tanto no acumula kilometraje con lo que la ilusión poder disfrutar de un viaje agradable y placentero se va esfumando a pasos agigantados. Vista la cosa, yo creo que el “reportero” debe dejarse guiar por su intuición y olvidarse de las instrucciones de la troyka, por cierto, Rajoy el 16 de noviembre de 2011, durante la campaña electoral, dijo lo siguiente: “Estoy preparado para gobernar sin órdenes de Europa”, si así lo hiciera posiblemente conseguiría dar con el tesoro y repartirlo entre todos los españoles que falta nos hace. La Merkel y los suyos, no contentos con hacernos tragar sus “instrucciones” encima van y nos joden el poder ver en TV el Bielorrusia-España. Lo que hay que aguantar por culpa del flojeras de Rajoy.