Hacia una España Mejor

jueves, enero 10, 2013

Crisis de valores y el poder de las sotanas

El obispo de Segovia, Ángel Rubio, opina que no cree que exista relación entre los suicidios ocurridos en las últimas semanas y los desahucios y al propio tiempo ha acusado de los medios de comunicación de “manipular la verdad”. O sea, que según este casto varón ha sido una “casualidad” el que una mujer se lance por el balcón precisamente cuando las autoridades encargadas de proceder a desalojarla de su vivienda llaman a su puerta para proceder a ello. Igual debe haber sucedido con aquellos otros que se han quitado la vida cuando han recibido la notificación de su inminente desahucio. Casualidades de la vida. Toda esta especie de “diarrea mental” la ha sufrido el obispo durante un desayuno informativo con los periodistas a los que a ha dicho que tienen que defender la verdad, pues, según él, “una noticia a medias es una auténtica mentira”, mencionando, al propio tiempo que acusa a la “crisis de valores y de familia”, aunque también la crisis económica, como la verdadera causa de los suicidios”. O sea que la culpa de que los que decidieron irse de este mundo de mentiras, engaños y abusos hacia los más vulnerables la tiene la “crisis de valores y la familia” no principalmente la crisis económica, claro que habrá que ver qué es lo que el obispo sabe sobre crisis económica si a él no le falta el trabajo y el sueldo. Yo creo, al contrario de lo que piensa el obispo, que los que decidieron irse de este mundo cuando las cosas se le pusieron tan negras que les impedía ver cualquier salida, no sufrían una “crisis de valores y de familia”, todos ellos padecían de lo mismo: De la falta de trabajo y por tanto de los ingresos necesarios para poder hacer frente a sus obligaciones de pago, ya fueran para alimentarse o para pagar a los bancos. Esa era la crisis que padecían. Por cierto en esa crisis de valores el obispo no incluye a los banqueros, a los que dejan en la calle a gente a la que le es de todo punto imposible cumplir con las obligaciones contraídas. No sé por qué el obispo antepone la crisis de “valores” a la crisis económica, pero ya que hablamos de crisis de valores sería muy interesante que este obispo y el resto de sus colegas nos diesen su parecer sobre la crisis de valores éticos y morales que azotan a la Iglesia, con muchos de sus miembros convictos y confesos de pedofilia y a los que no se les expulsa y que como en el reciente caso visto en el Juzgado de lo Penal número 3 de Castellón que ha condenado al expàrroco de la localidad de Villfamés a dos años de prisión por distribuir pornografía infantil, aunque le ha suspendido la pena con la condición de que no delinca y comunique sus cambios de domicilio durante cinco años. Ante esto, la pregunta es: ¿Qué hubiera hecho la Justicia en el caso de que el delincuente hubiera sido un “civil”? ¿Le hubiera tratado con la misma magnificencia? Seguro que no y además con toda la razón del mundo, pero el poder de las sotanas, al igual que el de Dios, parece ser infinito. Lo es. Creo que el obispo ha estado muy desacertado haciendo pública su opinión sobre los suicidios como consecuencia de los desahucios, pero ello es fruto del alejamiento de los responsables de la Iglesia de los ciudadanos que están sufriendo en estos tiempos lo que no está escrito. Creo que se dice que Dios no es de este mundo, sus representantes en la Tierra parece ser que tampoco lo son. Al menos así lo ponen de manifiesto en más ocasiones de las que fueran permitidas y sobre todo comprendidas por la gente.