¿Igual para todos?
El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Cangas de Onís, ha sobreseído provisionalmente, según la prensa, la denuncia por presunto alzamiento de bienes contra la abuela paterna, el padre y la tía de la Princesa de Asturias, Leticia Ortiz, argumentando el juzgado que ha tomado esa decisión “por no aparecer debidamente justificada la perpetración del acto”. El caso se concreta en que la tía de la princesa montó una tienda de decoración en Oviedo que generó una deuda de 22.600,73 euros con uno de sus acreedores que reclamó por vía judicial en marzo de 2009, más otros 6.780 euros en concepto de intereses y costas. El juzgado pidió a la tía de la Princesa que facilitara una lista de bienes susceptibles de ser embargados para cubrir la deuda, concretamente lo que había heredado por el fallecimiento de su padre que era una parte de la casa en la que reside la abuela de la princesa. Sin embargo la tía presentó una escritura notarial con fecha de 14 de mayo de 2009 (posterior al inicio del proceso judicial) en la que consta que los herederos, la abuela y sus hijos, el padre y la tía de la princesa, aceptaban la herencia paterna pero en el que los hijos cedían a su madre la totalidad de la herencia, es decir, renunciaban a su parte en la casa a favor de su madre. Evidentemente un alzamiento de bienes de fundamenta en que estos han pasado a propiedad de otros cuando ya el proceso judicial se ha iniciado por lo tanto está claro que no procede al sobreseimiento de la denuncia. Creo que la “perpetración del acto” está perfectamente justificada. El alzamiento de bienes es un delito socioeconómico, cercano a la estafa, castigado con las penas de prisión de uno a cuatro años y multa de doce a 24 meses. Este delito será perseguido aun cuando tras su comisión se iniciara una ejecución concursal (suspensión de pagos). O sea, que una cosa tan grave como es la comisión de un delito, en este caso por alzamiento de bienes, con pena de cárcel, se solventa con un simple sobreseimiento provisional.
Dijo el Rey, que “la justicia es igual para todos”, posiblemente a estas palabras habría que añadirles otras en las que se dijera que “salvo para los miembros de la realeza y para todos aquellos que de forma más o menos directa estén relacionados con ella”. No hay que olvidar que la Infanta Cristina sé libró de ser llamada a declarar y ser imputada, como pedía un juez. A esto hay que añadir que también se han librado de ir a declarar José María Aznar y Mariano Rajoy por el caso Bárcenas que es tanto como hablar del caso Gürtel, sin embargo la jueza Mercedes Alaya, instructora del caso de los ERE de Andalucía, ha imputado a la exministra socialista, Magdalena Álvarez y a 20 personas más sin haber señalado la causa o el delito por el cual han sido imputados. Evidentemente la justicia no es igual para todos. Y es que, como solemos decir, “todos somos iguales pero hay algunos que son más iguales”. Pruebas de esto las tenemos a diario.
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