La inmunidad parlamentaria
No creo que a la mayoría de los españoles les cause extrañeza lo que está ocurriendo en Italia con Silvio Berlusconi. Cierto es que aquí aún no han llegado las cosas al estadio en que se encuentra el escándalo que está produciendo il cavaliere, pero tiempo al tiempo que todo se andará. No sabemos qué es lo que podría suceder si en las manos de uno de nuestros políticos imputados en casos de corrupción, algunos tenemos, estuviera el destino de un gobierno como está ocurriendo en Italia. Aquí lo de la inmunidad parlamentaria, algo que los españoles decentes no entienden, está funcionando a pleno rendimiento para algunos indeseables. Estamos viendo de un comicio electoral para otro como a alcaldes, concejales o cargos públicos autonómicos que están bajo el punto de mira de la Justicia y en los que se podría dar la circunstancia de ser imputados por haber cometido actos de corrupción son incluidos en las listas electorales de su partido bien para los parlamentos autonómicos o para pertenecer al Congreso o al Senado en un intento por “protegerles” de las “garras” de los tribunales de justicia. Algo que no habla mucho a favor de los partidos políticos que intentan salvaguardar a esa gentuza que ha actuado en contra de la decencia y ha abusado de la confianza que un día le dieron los españoles a través de las urnas.
Actualmente tenemos sentados en los bancos parlamentarios a muchos de ellos, solo en las Cortes Valencianas hay sentados nueve diputados imputados del Partido Popular que la Justicia considera que son causantes de haber cometido presuntamente algún delito, pero también los hay de otros partidos que han buscado a toda prisa refugio en el Senado demostrando con estas “prisas” que “cuando el rio suena agua trae”. Se podrían dar muchos nombres de políticos que ostentan cargos públicos pero no lo creo necesario porque considero que están en la mente de todos. Como he dicho anteriormente, no se entiende muy bien eso de la “inmunidad parlamentaria”, cuando los ciudadanos, todos, están expuestos a verse ante un tribunal porque a alguien se le ha ocurrido que le has mirado mal y se siente molesto y hasta ofendido por ello y te plantea una querella sin mayores diligencias de si se puede o no actuar judicialmente en contra de cualquier otro. Todos, sin excepción, deben ser iguales ante la Justicia y por tanto deben ser investigados, imputados, juzgados y si ello procede, condenados sin que haya inmunidad alguna. Tan delincuente u honrado puede ser un ilustre político, como un humilde ciudadano y la misma consideración merecen uno que el otro.
Lo de Berlusconi en Italia, el hecho de que un político delincuente convicto y con muchas causas pendientes ante la Justicia, pueda tener poder para cambiar un Gobierno y llegar hasta el extremo de que se convoquen elecciones anticipadas, es algo que debe preocupar a todas las personas decentes de cualquier país, entre ellos el nuestro. Tal y como se están desarrollando los casos de corrupción en España es como comenzaron en Italia hace años para al final llegar a la triste situación de que un delincuente pueda derribar a un Gobierno y todo ello como consecuencia de esa “inmunidad parlamentaria” que aquí disfrutan nuestros políticos. En el caso de Berlusconi su amenaza viene dado por la posible pérdida de su condición de parlamentario al ser condenado por un tribunal italiano, pero eso también se podría dar aquí en España. El camino por el que van las cosas conduce a esto. Fuera inmunidades y justicia igual para todos.
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