Hacia una España Mejor

lunes, septiembre 23, 2013

Mantener la salud resulta caro

Al parecer el Consell de la Generalitat Valenciana no va a cumplimentar la orden de la ministra de Sanidad, la cegata Ana Mato, y de momento no piensa poner en práctica lo de que los enfermos que serán atendidos en los hospitales públicos y que no estén en régimen de ingreso paguen parte del importe de las medicinas que les puedan suministrar en dichos centros, la medida, como es sabido, afecta a todos tipo de enfermos desde los más leves hasta los más graves tales como los afectados por el cáncer o la leucemia. Pero no, que nadie eche las campanas al vuelo, el Consell valenciano no va a implantar este copago no por tener un “detalle” con los enfermos, no, sino por el hecho de que la ministra cegata ha dado diez días de plazo para que todas las comunidades que deseen acogerse a esta orden lo puedan hacer, pero el Gobierno valenciano, se ha concedido un tiempo para aplicar esta medida, que debe entrar en vigor el 1 de octubre, argumentando que no es tiempo suficiente para poder hacerlo. La verdad es que aquí en la CV no se va a escapar nadie, el “hambre” de dinero que hay en el Consell es sabido por todos y van a por el euro allá donde este se encuentre por ello no van a dispensar a los valencianos de esta nueva carga “impositiva”. No hay dinero, pero si lo hay para gastarse, como hicieron en el pasado año, 39 millones de euros en las carreras de Fórmula 1, lo hay para pagarle, por decisión judicial, 120 millones de euros a la empresa concesionaria del ya celebérrimo aeropuerto de Castellón el único aeropuerto que hay en Europa sin que un solo avión haya rodado por sus pistas, salvo uno para hacer las pruebas de capacidad operativa del aeródromo y lo hay también para que el presidente de la Generalitat Valenciana, Albert Fabra, pueda tener en su gabinete a 149 personas, un 23% más de las que tenía Camps, entre ellas cuenta con un cocinero, 16 asesores personales y 21 periodistas, todos ellos, evidentemente, nombrados a dedo aunque me parecería la misma barbaridad sin las hubiese contratado mediante concurso. Para todo esto y para más fanfarrias, si hay dinero. Finalmente decir que es de agradecer la actitud del Rey al decidir operarse en un hospital privado y por tanto no contribuir a masificar y engrosar las listas de espera con más enfermos, hay que dejar paso a los demás. Por cierto portavoces de la Casa Real han aclarado, a preguntas de los periodistas, que el costo de la operación correrá a cargo de los fondos que el Estado destina para mantenimiento de la Casa del Rey, aquí es donde yo no veo que todos seamos iguales ya que los que cobramos también del Estado, los pensionistas, no podemos permitirnos el ser operados en un hospital privado y que venga un cirujano desde los EEUU expresamente para hacerlo. En todo caso, con esta decisión de ingresar en un hospital privado y ser atendido por un cirujano de allende los mares, por muy español que este sea, ha dejado en muy mal lugar a los centros públicos y a los profesionales que en ellos laboran. Resumiendo: Que la mantener la salud resulta caro para muchos pero no para todos. A todo esto creo que a nadie se la habrá pasado por alto que lo que la ministra de Sanidad, la cegata Ana Mato, pretende es que esto sea un primer paso para que al final paguen también los medicamentos que se les apliquen a los enfermos ingresados en los hospitales y otro paso sería el de que se pague parte de la intervención quirúrgica, del equipo médico, y por el uso del quirófano. Al tiempo.